Josep Maria Bartomeu, actual presidente del FC Barcelona, medita, en estos momentos, los argumentos en contra y a favor de presentar la dimisión y no esperar a que se efectue la referéndum del voto de censura. No es la primera vez que la idea de dejar el cargo le ronda por la cabeza, tras confirmar que 'Més que una Moció' había recogido más de 20.000 firmas, también estuvo a punto, pero, finalmente, se echó atrás.

Lo cierto es que, Bartomeu, siempre ha pretendido terminar su mandato y despedirse de la dirección con los números de la pasada campaña y el presupuesto para la siguiente cerrados. Objetivamente, puede que esa sea la mejor opción para la junta que coja las riendas del club tras su salida, pero la precipitación de los acontecimientos podrían forzarlo ha hacerlo cuanto antes.

Hace unas semanas, ya adelantó la fecha de las elecciones a la presidencia al mes de marzo de 2021, justo después de que estallara el 'caso Messi', con el famoso burofax, advirtiendo de su deseo de dejar el equipo en el pasado mercado de traspasos. Pero ahora, eso no parece suficiente, y podría plantearse la dimisió, especialmente, por dos motivos.

El primero es la finalización del periodo de fichajes. De mejor o peor manera, la entidad blaugrana ya ha terminado de confeccionar la plantilla con la que pretenden ganar todos los títulos que compiten, uno de los objetivos del Presidente era cerrar las altas y las bajas. El segundo motivo es el hecho de que, si la moción de censura sigue adelante, el socio podría tener que votar hasta en dos ocasiones; y teniendo en cuenta el contexto Covid-19 que vivimos, podría no ser necesario.

La presión de la Junta Directiva

La imagen de la actual Junta Directiva ha quedado muy dañada por los últimos sucesos ocurridos. Según informaba el periódico 'Sport', hace unas fechas, un grupo de directivos del club estaría presionando a Bartomeu para presentar su dimisión. Las más de 20.000 firmas que se recogieron en su contra han sido un baño de realidad para más de uno.

Parece que la respuesta del Presidente a sus directivos fue que debían aguantar hasta marzo. El motivo es el siguiente: de prosperar la moción de censura y obtener un 66.6% del apoyo, el club quedaría, de forma inmediata, en manos de una Junta Gestora, con un poder de decisión limitado. Además, como ya hemos mencionado, no considera que sea el mejor escenario para la próxima legislatura.