Se cumplen diez años del infame “dedazo” de Mourinho a Vilanova (Vídeo)

Pese a que se siente como un hecho reciente la sanción más vergonzosa de la historia cumple diez años. Hace exactamente una década, la agresión de José Mourinho a Tito Vilanova, segundo entrenador del Barcelona en la era de Guardiola, en la Supercopa de 2011 fue rebajada de falta grave a falta leve y castigada con dos partidos de ausencia.

Mientras tanto Vilanova, por reaccionar con una cachetada después de que Mourinho le metiera un dedo en el ojo recibió un partido de sanción. O sea, solamente uno menos que quien inició la agresión. Si su repudiable acto hubiese sido catalogado como una falta grave, el juez único Alfredo Flórez, quien llevó el caso en ese entonces, podría haber sancionado al portugués de 4 a 12 partidos sancionados. Al final, ese escenario no se dió.

La vuelta de la Supercopa se iba a jugar en el Camp Nou, con triunfo barcelonista y episodio final que dio de qué hablar: Una entrada sucia y violenta de Marcelo a Cesc Fábregas frente a los banquillos. El futbolista merengue fue expulsado y como resultado se desató con tangana posterior en la cual Mourinho se acerca por detrás a Vilanova y le mete un dedo en el ojo con premeditación y alevosía. Luego, el asistente de Guardiola se responde con una cachetada y un empujón.

El día 23 se abre el expediente, con los artículos 98 y 122 del Código Disciplinario de la RFEF especificados como aplicables, artículos que contemplan de 4 a 12 partidos. Si Vilanova hubiese sufrido una lesión ocular por la agresión de Mourinho, podría haber recibido una pena de 2 a 3 años.

Increíblemente, el portugués al ser interpelado por la prensa luego del partido intentó hacerse el desentendido por lo ocurrido y, a pesar de ser grabado por las cámaras, fingió no conocer a Vilanova llamándole “Pito” en lugar de Tito. “No sé quién es Pito Vilanova (…) no tengo nada que decir”, dijo.

Presión e indulto

Inmediatamente, comenzó una campaña por parte Florentino Pérez a través de todo un conglomerado mediático para tratar de respaldar al técnico portugués. Los dirigentes del Real Madrid emitieron un comunicado en el que se victimizaban y aludían a supuestos complots. Esa presión de Pérez surtió efecto. El 5 de octubre los artículos por los que se le sancionaba fueron modificados.

Finalmente, al actual entrenador de la Roma le cayeron dos partidos y a Vilanova uno. Dicha sanción debían cumplirla en la Supercopa. Lo más sorprendente, es que ninguno cumplió la pena porque en julio de 2012 los dos fueron indultados. La que podría ser la acción más antideportiva que se ha visto en toda la historia de los Clásicos terminó quedando impune.

Hoy Mourinho lo lamenta

A pesar de lo repudiable que fue su acción, el portugués llegó a confesar mucho tiempo después en conversaciones que tuvo con João Gabriel para su libro “Manténgase locos y hambrientos” que su “dedazo” a VIlanova fue algo que no repetiría. “Yo fui el que falló, no debería haber hecho lo que hice. Claro que no, la imagen negativa se queda para siempre. Tito no tuvo nada que ver con eso. Lo siento por él”.

Mencionó que, en aquel entonces la dinámica en la que estaba incurso cuando dirigía el Real Madrid se resumía en que había que ganar constantemente. “He sido un poco víctima de mí mismo. Si pudiera, sería una de las cosas que no repetiría. Gané, gané y gané. Me metí en una dinámica en la que no ganar parecía como el final del mundo (…) yo mismo, por mi personalidad, promocioné un poco esto, que todo es siempre para ganar, ganar o ganar. Cuando llegaba a situaciones en las que era muy difícil hacerlo, algo que para otros entrenadores era algo aceptable, para mí siempre se consideró insuficiente, un fracaso “.