Nada menos que el campeón de la Champions League, el Chelsea FC, ha iniciado el asalto a por Erling Haaland. Durante las últimas horas se ha especulado desde Inglaterra que Abramovich quiere que Thomas Tuchel tenga, más pronto que tarde, al jugador llamado a pelear por el Balón de Oro en el futuro. Se trata de una carrera de velocidad y el cuadro blues está dispuesto a ganarla.

Este lunes el Daily Express ya avanzaba la acometida londinense. Asimismo, se explicaba que el campeón de la Champions ya se había puesto en contacto con Mino Raiola, agente del delantero, y que el jugador ya habría contestado de forma positiva. Pero también se expuso que el Borussia Dortmund había sido tajante. Demanda una cifra astronómica, escandalosa.

Su salida este mercado de verano se habría fijado en 180 millones de euros, una cifra que se piensa que no está al alcance de ningún club, esto con el fin de retener a Haaland por una temporada más. Desde Inglaterra se apuntaba que el Chelsea buscaba formas de financiación para alcanzar dicha cifra. No era sencillo, pero esperar al próximo verano es correr riesgos que Abramovich no está dispuesto a asumir. Equipos como el Real Madrid, el FC Barcelona, el Manchester City o el Manchester United también están en la pelea por su ficha.

Abramovich quiere cerrar el fichaje de Haaland a como dé lugar, y el  Telegraph explica que el noruego está prácticamente convencido ante la persuasión londinense. De no poder financiar el fichaje ahora, "está listo para hacerlo ya dentro de un año", explica el diario inglés. Según el mencionado medio, el ariete le ha dicho al Chelsea que está interesado en jugar para ellos, ya sea desde este verano o desde el que vienes.

El Dortmund, firme

Entretanto, el Borussia afirmó oficialmente que no consideraría la venta de Erling Haaland para esta ventana de fichajes, mientras que el jugador también había explicado que respetaría este año de contrato. Sin embargo, el Chelsea está convencido en romper voluntades para anticiparse a los más poderosos clubes europeos. Abramovich quiere aprovechar su triunfo continental más reciente, lo cual considera como una ventaja, además de las inversiones, sobre el resto de competidores para ganarse la voluntad del noruego.