El Atlético, beneficiario máximo en las operaciones con el Barça

Los movimientos entre el Atlético de Madrid y el FC Barcelona en la última década no han sido del todo favorables para los azulgrana. A la espera de lo que pueda ocurrir durante el mercado de invierno con Memphis Depay, el recuento deja muy mal parada a la institución culé, con operaciones que han marcado la debacle económica y deportiva del club.

Todo comenzó con la venta de David Villa en 2013. El atacante dejó muy buenas sensaciones en el Camp Nou y fue vital para la conquista de la cuarta Champions en la historia del Barça. Sin embargo, su salida por solo dos millones de euros en contraste a los 40 que costó en 2010 marcó un precedente que se repetiría en varias ocasiones. La Junta Directiva le dejó marchar a Madrid a sus 31 años porque consideraban que su rendimiento iría cuesta abajo, aunque fue todo lo contrario: marcó 15 goles en 47 partidos, se coronó campeón de Liga y alcanzó una nueva final de Champions.

Otro fue el caso de Arda Turan. El turco era titularísimo en el Atlético y uno de los centrocampistas más importantes de LaLiga, lo que llamó la atención del club y desembolsó 34 millones de euros más 7 en variables para hacerse con sus servicios en 2015. No obstante, su traspaso fue un fracaso rotundo. No jugó los primeros seis meses porque los culés se encontraban sancionados y después su rendimiento no alcanzó las expectativas, al punto de encadenar cesiones hasta el final de su acuerdo en 2020.

A pesar de que la imagen del club estaba en tela de juicio por ambos movimientos, no fue sino hasta 2018 cuando intentaron ir a por Antoine Griezmann. El Barcelona quería recuperar su dominio en Europa tras la marcha de Neymar Júnior y abrió las negociaciones por el francés, aunque su aterrizaje se retrasó hasta 2019 cuando Josep Maria Bartomeu pagó los 120 millones de su cláusula de rescisión. Una pieza más para el descalabro económico del club.

¿Tres salidas para el olvido?

El 'Principito' no tuvo un mal rendimiento con la elástica blaugrana pero no alcanzó ser el referente que era en el Atlético, además de que le costaba asociarse con Luis Suárez y Lionel Messi. Su ficha fuera de mercado le llevó a regresar a Madrid en condición de cedido en 2021 con una opción de compra obligatoria tasada en 40 'kilos', una que el Barcelona rebajó a 20 con el propósito de ahorrarse su sueldo.

Por último ocurrió la operación por Suárez. El charrúa partió con dirección al Cívitas Metropolitano a cambio de 6 millones de euros, una auténtica ganga teniendo en cuenta los 21 goles en 32 partidos que ayudaron a levantar nuevamente LaLiga. A sus 33 años, todavía tenía mucha tela que cortar y los catalanes decidieron echarle por la puerta de atrás.

Ahora, la situación de Memphis parece vincularle directamente con el Atlético en el mercado de invierno. El Barça quiere desprenderse de su ficha y sacar rédito económico por su traspaso, algo que podría volver a jugar en contra del club si el neerlandés demuestra un rendimiento excepcional. Habrá que ver en qué terminan las negociaciones en las siguientes semanas.