Dentro de las grandes prioridades del FC Barcelona para la próxima temporada, con el permiso de Lautaro Martínez y de Neymar,​ está la de apuntalar el eje central de la defensa. Actualmente, la plantilla culé solamente cuenta con Gerard Piqué, Clément Lenglet y Samuel Umtiti en la primera plantilla y, además, este último está en el mercado con un precio de salida de 40 millones.

Hay que añadir también la situación de Jean-Clair Todibo, que se encuentra cedido en el Schalke 04 con una opción de compra de 25 millones de euros por parte de los alemanes que, dada la caída del mercado a causa del parón por el coronavirus, no ejecutarán. Pese a ello, al francés se le ve verde y se apostaría por una venta, del mismo modo que el ya mencionado Umtiti, cuyo físico no le permite rendir al máximo nivel.

A día de hoy, el mercado de los centrales está complicado, ya que la suspensión de competiciones ha restado potencial financiero a los clubes, que difícilmente podrán sesembolsar grandes cantidades de dinero por los jugadores. Por ello, deben estudiarse casos concretos que puedan suponer chollos como, por ejemplo, el propio Todibo, que llegó por un millón hace justo un año porque acababa contrato.

Es ahí donde entra el caso de LaLiga Santander, que funciona con un sistema de contratos que tienen la ventaja o desventaja de tener cláusulas de rescisión, que fijan en los jugadores un valor máximo por el que pueden salir si abonan dicha cantidad. Es por ello que hay jugadores que tienen cláusulas más bajas que su valor real, algo que podría aprovechar el FC Barcelona.

Si viajamos hasta Valladolid, encontramos a un defensa central que está teniendo un rendimiento extraordinario y que se ha convertido en una de las grandes sensaciones de Primera División con apenas 21 años. Se trata de Mohammed Salisu, un corpulento central ghanés (191 centímetros) que se ha ganado la titularidad en el conjunto pucelano a base de portentosas actuaciones.

Cláusula asequible e interés del Atlético

El joven defensa africano tiene una cláusula de rescisión de apenas 12 millones de euros, un precio muy asequible si lo contrastamos con el nivel que estuvo mostrando en LaLiga antes del parón y con la proyección de futuro que tiene. El Barça tendría una gran oportunidad por hacerse con él, aunque se encontraría con la oposición de un Atlético de Madrid muy interesado en reclutarle. Por precio y necesidad, el Barça está obligado a, como mínimo, estudiar esta opción.