Neymar fue uno de los grandes nombres del verano de este 2019. El delantero brasileño, arrepentido totalmente de haber abandonado el FC Barcelona en 2017 para fichar por el Paris Saint-Germain, puso en marcha la maquinaria para tratar de marcharse del club francés, en el que nunca se sintió a gusto ni deportivamente, ni a nivel personal.

Pese a que surgió con fuerza el interés del Real Madrid, la gran prioridad de Neymar siempre fue volver al FC Barcelona, un club en el que realmente fue feliz y que nunca debería haber abandonado. El brasileño quería volverse a juntar con sus amigos de la plantilla azulgrana y desde el vestuario culé le abrían las puertas de par en par, llegando incluso a estar dispuestos a hacer un esfuerzo económico.

Finalmente, después de algunos viajes de miembros de la directiva y la secretaría técnica del FC Barcelona, se acabó frustrando la posibilidad del regreso de Neymar al Camp Nou. El Paris Saint-Germain no estaba dispuesto a perder ni un solo céntimo con Neymar y sus exigencias económicas acabaron tumbando la operación, ya que en el Barça no aceptaron las peticiones.

Vadim Vasilyev, ex vicepresidente del Mónaco, habló acerca de este culebrón de verano y, en unas sorprendentes declaraciones para el periódico francés Le Parisien, puso en duda las verdaderas intenciones del FC Barcelona con Neymar, poniendo en duda si realmente se quería (o podía) abordar el fichaje o si era un simple movimiento para contentar a Leo Messi​, partidario del fichaje.

"El Barça, probablemente, no tenía el respaldo financiero para comprar al brasileño. Me pregunto sobre las verdaderas intenciones del club catalán con respecto a Neymar", comentó el ex dirigente del conjunto monegasco, agregando que "mi pregunta es si el deseo de Messi lo compartía toda la institución".

Neymar, una operación complicada

Dada la situación económica en la que se encontraba el FC Barcelona el pasado verano, en la que incluso tuvo que pedir financiación para el fichaje de Antoine Griezmann​, parece un tanto extraño que realmente se pudiese hacer algo para traer a Neymar, de un precio todavía más desorbitado. La única opción, tal vez, hubiese sido una cesión con compra obligatoria o un pago muy fraccionado, algo que e PSG no aceptaba bajo ninguna circunstancia.