La salida de Ilaix Moriba no será el peor caso en la historia del Barcelona pero sí un capítulo bastante amargo tratándose de un jugador con bastante proyección e incluso presente, ya que lo mostrado hace una temporada ilusionaba mucho y el canterano se ganó el espacio a pulso con buenas actuaciones.

Llegado el momento de ampliar su contrato, apareció una exigencia económica no solo difícil para el club por la situación económica, sino que muy alejada de lo que un chico de su edad y estatus dentro del club podía aspirar, seguramente un salario que no estará cobrando en el Leipzig salvo la inclusión de algunas cláusulas.

Pero es el único que ha salido del club o que incluso ha perdido la oportunidad de llegar. En la historia del Barcelona hay tres nombres propios que muestran cómo puede terminar un cuento de hadas cada vez que la postura interesada de un agente se cuela en medio de las negociaciones para fichar o renovar.

Messi

Porque la herida no es lo suficientemente profunda. Algún día terminaría la historia pero nadie quería que fuese así, de hecho, no hubo una decisión final que lo produjera, aunque sí pudo haberla antes, porque el argentino renovó contrato una gran cantidad de veces desde su debut como profesional y sí, era el mejor del mundo, pero también es cierto que hacer equipo es necesario y de seguro pudo llegar algún jugador importante con esa inversión.

Neymar

La sombra de Messi era su némesis y ahora rogó para que los unieran de nuevo, pero al momento de despedirse del Barcelona fue el padre de Neymar el verdadero villano de la historia al pensar en la estabilidad económica por encima de la deportiva. No ha ganado nada fuera de Francia y las lesiones son tan constantes como su presencia en el tercer lugar del balón de oro, la más alta que ha conseguido.

Donnarumma

El italiano MVP de la Eurocopa que ganó con su selección, salió del Milan en busca de nuevos retos, un mejor contrato y ganar títulos. El dinero sin duda estará resuelto en el PSG, los títulos están por verse en el plano internacional y los minutos, de lo que viven los futbolistas, de momento no los tiene por la presencia de Keylor Navas. Pudo llegar al Barcelona, pero ser suplente de Ter Stegen no era seductor para él.