El FC Barcelona ha cerrado este martes el fichaje de Martin Braithwaite, delantero del Leganés, a cambio de los 18 millones de euros en los que estaba cifrada su cláusula de rescisión. El ariete danés ha sido finalmente la solución de emergencia de la dirección deportiva después de las desafortunadas bajas de larga duración de Luis Suárez y Ousmane Dembélé.

Cuando se confirmaron los seis meses de tiempo de recuperación necesarios para el francés, se generó consenso absoluto en el FC Barcelona acerca de la imperiosa necesidad de traer un refuerzo de emergencia. Por la normativa de LaLiga y la Federación en casos de baja de larga duración, el fichaje solamente podía ser un futbolista sin equipo o alguno que jugase en Primera o Segunda División.

Durante las últimas semanas, han sonado nombres de todo tipo. Por un lado, los sueños imposibles: Willian José (Real Sociedad), Loren Morón (Real Betis)... Futbolistas claves para sus equipos con cláusulas de rescisión elevadas y fuera del alcance del FC Barcelona. Por otro lado, los azulgranas aceleraron contactos con Ángel Rodríguez, del Getafe, con el que había un acuerdo que finalmente se acabó echando por tierra.

A última hora, el FC Barcelona prefirió optar por Braithwaite. Uno de los motivos, como hemos explicado en 'FCBN', es el deportivo. Quique Setién había repetido por activa y por pasiva que necesitaba a un futbolista versátil y ninguno de los anteriormente mencionados cumplían con ese perfil, ya que todos ellos tenían condiciones de '9' puro y no de atacante polivalente.

Pero todavía hay una razón de peso para añadir: la estratégica. El Barça ha tenido que desembolsar 18 millones de euros por él pero, debido a su edad (28 años) y a sus cualidades, en el club consideran que pueden venderle a un precio similar en un futuro. Desde la directiva, se considera al danés una inversión con posibilidad de ser recuperada, algo que no ocurría en otros casos como, por ejemplo, el de Ángel.

Braithwaite tiene mercado

Ángel Rodríguez hubiese costado seis millones de euros fijos más otros dos en variables, pero difícilmente hubiese habido margen de maniobra para venderle en un futuro debido a que ya tiene 32 años. En cambio, Braithwaite es un jugador que asegura goles y ve4satilidad para cualquier equipo medio, por lo que se considera que se puede vender a un precio similar en un futuro. Un fichaje que no solamente se adapta a las peticiones de Setién, sino también a las necesidades económicas del club.