Después de nueve temporadas y con 33 años a sus espaldas, parecía que Cristiano Ronaldo podría cumplir su promesa de despedirse de Europa jugando para el Real Madrid, pero la romperá, de momento, fichando por la JuventusPor deseo expreso del delantero, en la capital se ha accedido a traspasarle, y ahora empieza una nueva etapa con un proyecto por confirmar.

Es cierto que los blancos conservan una gran plantilla, pero también lo es que ante la marcha de su referente deben reaccionar. Florentino Pérez no ha estado de brazos cruzados observando los últimos acontecimientos, pero, de todas formas, el camino no va a ser sencillo. El mercado ha explotado en los últimos años -en parte por sus movimientos- y los clubes cada vez se fortifican más para evitar que nadie toque a sus estrellas, un esfuerzo que han redoblado después de la puñalada del PSG al FC Barcelona con Neymar.

El presidente es muy dado a fichajes 'galácticos', y con la salida del portugués necesita uno más que nunca. Su preferido, claro está, es el brasileño, y aunque lleva varios meses intentando sacarlo del PSG, Nasser Al-Khelaïfi no es de los que se dan fácimente por vencidos, y si no que se lo pregunten a Josep Maria Bartomeu, que fue a por Marco Verratti y se quedó sin su tridente.

Como ya se ha dejado caer a lo largo del último curso, el 'OK' del jugador ya lo tendrían los 'merengues', que podrían hacer verdaderas locuras para acabar llevándole al Santiago Bernabéu. Contando con que los parisinos accedieran a dejarle marchar, nunca sería por menos de 300 millones de euros, con una cifra que incluso podría rondar los 400. Hoy parecen cantidades irreales, pero también lo fueron en su momento los 96 'kilos' de Cristiano o los 101 de Gareth Bale.

Florentino apuesta por Hazard... ¿O por Bale?

La dificultad añadida para Florentino es que se ha ido llevando el 'no' de varios de sus objetivos: Harry y Mohamed Salah renovaron no hace mucho, el Bayern de Múnich se ha plantado por Robert Lewandowski y el PSG será, una vez más un hueso, ya sea por Neymar o también por Kylian Mbappé, la otra joya a la que el dirigente quiere echar el guante.

El más factible, a día de hoy, es Eden Hazard, al que el Chelsea no podría retener y al que habría apostado el Barça, pero cuyas simpatías están con el Madrid. Ambos tendrán que moverse rápido si quieren atar al belga, porque la última alternativa del magnate madridista es tan inesperada como asequible. Estaría dentro de su propio vestuario.

En su momento, los blancos ficharon a Gareth Bale como flamante relevo de Cristiano Ronaldo, y hace unas semanas el galés pidió el protagonismo que le habían quitado. Se han ido Zinedine Zidane, que le aparcó en el banquillo, y también el portugués, cuya presencia incluso le obligó a cambiar de banda, por lo que ahora sería el mejor momento para 'resucitar'. El problema es que la afición está muy desencantada con el británico, y no sería un golpe de efecto como el que podría aportar el mercado. En la directiva, aun así, le tienen mucha estima.