Antoine Griezmann ya es colchonero, otra vez, tras una amarga estancia en el Barcelona que dejó pésimos recuerdos en el club azulgrana y sus aficionados, además de una constante lucha que parecía inhumana para él, insuficiente para los culés, pero la verdad no está del todo clara más que en su cabeza.

Ahora en el Wanda, apunta a registrar sus últimos años en la élite a menos que una vez más se vaya del Atlético de Madrid, algo que parece poco probable tras lo que pujaron club y jugador para el reencuentro, pero visto lo visto este verano, nada parece seguro o claro en el futuro de ningún jugador. De momento, hay objetivos.

Goles

Griezmann estuvo celebrando a lo Fortnite en cada gol con la elástica colchonera, firmando hasta 133 goles que le ponen a cuatro de Gárate (137) en el cuarto lugar de una lista que lidera ancho Luis Aragonés, dueño de 170 goles con el Atlético de Madrid. Meterse en la historia rojiblanca sería incluso una redención.

Aficionados

Hablando de redención. Los fanáticos del Atlético de Madrid solo vetarían a Griezmann de haberse ido al Real Madrid, aunque el hecho de fichar por el Barcelona lo deja muy cerca, por lo que con la 8 de Saúl y muchas ganas de recuperar su mejor versión estará corriendo una vez más, seguramente con algunos pitos en la grada.

Vitrina

A su salida de la capital Griezmann se fue con muchas cosas en la maleta, incluyendo aquel penal fallado ante el Real Madrid y el no haber levantado jamás una Champions League con el Atlético de Madrid, la primera en la historia del club. Ahora que vuelve con un equipazo, los rojiblancos toman algo de fuerza en la carrera.

La incógnita sobre lo que pueda pasar con Griezmann es tan grande como su segura ansiedad por volver al podio del balón de oro y los muchos titulares en todo el mundo, esos que le sacaron en medio de su lucha con Messi por el peso del Barcelona, pero terminó con ambos fuera y ahora, más rivales que nunca por el mismo gran objetivo, la gloria.