El FC Barcelona se ha encontrado con un grave problema en este mercado de fichajes, y es que tanto sus principales objetivos como las segundas espadas tienen contratos largos en vigor. El conjunto catalán está topando con los clubes, que se niegan a dejar salir a sus estrellas pese a que los futbolistas sí han mostrado su voluntad de escuchar las ofertas azulgranas.

Es el caso de Paulinho, que ha sonado como alternativa o complemento a Marco Verratti y que tiene como principal obstáculo a su propio equipo, el Guangzhou Evergrande. La escuadra asiática no está dispuesta a desprenderse de una de sus estrellas, y es por eso que rechazó una primera oferta barcelonista de 20 millones por el brasileño.

El centrocampista, sin embargo, parece decidido a fichar por el Barça, y habría trasladado al cuerpo técnico su disposición a reducir a la mitad el sueldo que actualmente percibe -9,5 millones de euros- si desde el club se corresponde a su esfuerzo insistiendo en las negociaciones por su incorporación.

Los fichajes, con una presión relativa

Si bien es cierto que el FC Barcelona trabaja sin descanso en la confección de la plantilla para el nuevo equipo de Ernesto Valverde, Josep Maria Bartomeu aseguró este mismo viernes que hasta el cierre del mercado hay tiempo y cualquier opción es posible.

Además, el dirigente culé afirmó que hay operaciones muy complicadas, pero que el club tiene máxima confianza en que los fichajes se confirmarán y los jugadores que llegarán al Camp Nou serán de máximo nivel.