El coronavirus cada vez está afectando a más personalidades del mundo del deporte, pero no sólo a ellos sino también a sus familias. El Manchester City ha informado, a través de las redes sociales, que este lunes ha fallecido la madre de Pep Guardiola, Dolors Sala, a la edad de 82 años en Manresa. La madre del técnico 'citizen' no ha podido superar la enfermedad, que sufría desde hace unos días.

"La familia del Manchester City lamentamos tener que comunicar el fallecimiento de doña Dolors Sala Carrió, madre de Pep Guardiola, a la edad de 82 años, a causa del coronavirus. Todos los que formamos parte del Club queremos manifestar nuestro más sentido pésame a la familia Guardiola en un momento tan doloroso", ha sido el comunicado emitido por el club inglés.

Desde 'FCBN' enviamos nuestras condolencias a la familia Guardiola Sala, lamentando su pérdida y todas las que se están produciendo desde que dio comienzo la pandemia a nivel internacional. Cabe recordar que, hace unos días, Pep Guardiola realizó una donación de 1 millón de euros a la Fundació Àngel Soler Daniel, encargada de luchar contra la epidemia.

El dinero, al igual que el millón de euros que donó Leo Messi el mismo día, se ha destinado a comprar material sanitario y aprovisionar los hospitales más afectados por el coronavirus como es debido, con el objetivo de que no colapsen. Hasta la donación de Pep, la Fundación llevaba recaudados 33.000 euros.

El fútbol y el deporte, en un segundo plano

A Pep Guardiola, pese a la donación, le ha afectado directamente la crisis del coronavirus y en lo que menos piensa, a día de hoy, es en la vuelta a la competición futbolística. Se desconoce a día de hoy cuándo arrancará de nuevo la Premier League, si es que finalmente lo hace o se finalizar el campeonato sin disputar las jornadas restantes, quede el título desierto o sea campeón el Liverpool.

El fútbol y el deporte, sea como sea, es lo que menos importa en estos momentos. Pep Guardiola no podrá volar rumbo a tierras catalanas para despedir a su madre, y tampoco ha podido estar junto a ella en los últimos instantes de su vida. Esos crueles detalles se están convirtiendo en la seña de identidad de un virus que cada día se lleva miles de vidas en todo el mundo.