Después de unas semanas de máxima intensidad por la filtración del incendio del vestuario del Paris Saint Germain, parece que la calma se ha instalado en el Parque de los Príncipes, al menos de puertas hacia afuera. Los resultados acompañan y la situación ya no luce tan tensa, porque los jugadores han empezado a poner de su parte para relajar las tensiones que se veían sobre el césped.

Si ya lanzó un serio aviso goleando al Bayern de Múnich en Champions, el conjunto 'bleu' ha vuelto a demostrar que a sus estrellas se les queda pequeña la Ligue 1, y en sólo 45 minutos ya ganaba por 5-1 al Girondins, que arrancaba como tercer clasificado, en un duelo que ha acabado con un 'set' a favor (6-2).

Como suele ser habitual en los últimos días, el encuentro ha estado marcado por las anécdotas, y es que los dos primeros en anotar han sido, Neymar, con un soberbio gol de falta, y Edinson Cavani, que se ha apuntado un tanto tras una asistencia del brasileño.

Además, rondaba el minuto 40 del primer tiempo cuando el colegiado ha señalado un penalti, haciendo saltar de nuevo todas las alarmas. No ha habido dudas esta vez, el balón lo ha cogido sin oposición el de Sao Paulo y ha materializado su doblete, tras lo cual ha celebrado junto al uruguayo en un abrazo que deja muchas dudas, puesto que se ha podido ver la cara de pocos amigos de ambos futbolistas. 

Este es el gol de falta de Neymar al Girondins.

Victoria balsámica

Aunque todavía hay muchas batallas por librar en el vestuario del PSG, su victoria de este sábado ha servido para que varios jugadores rebajen sus peticiones de las últimas semanas, que habían incomodado algo el ambiente en el club. Entre los señalados, Ángel Di María ha tenido algunos minutos en el partido, y Julian Draxler se ha reivindicado con un gol. Ajeno a todas las polémicas, Kylian Mbappé ha sido el encargado de cerrar la cuenta parisina.