Durante los últimos meses, Ansu Fati se ha convertido en una de las grandes ilusiones del barcelonismo y, por qué no decirlo, en uno de los más firmes candidatos a convertirse en el líder del equipo durante la próxima década. La progresión del joven extremo durante los últimos meses le convertirá, con tan solo 17 años, en una de las piezas claves del nuevo FC Barcelona de Ronald Koeman.

Como era de esperar, después un año en el que se ha convertido en uno de los jóvenes más prometedores de Europa y en internacional absoluto con la selección española, Ansu Fati ya es a plenos efectos jugador del primer equipo del FC Barcelona, con dorsal del primer equipo -lucirá el '22' que dejó libre Arturo Vidal al marcharse- y cláusula de rescisión de 400 millones de euros.

Pero, pese a que Ansu Fati haya activado las nuevas condiciones de su contrato de jugador del primer equipo,el FC Barcelona tiene motivos importantes para preocuparse con su emergente estrella. Es cierto que el bissauguineano ha incrementado su cláusula de rescisión para evitar su 'fuga' unilateral a otro equipo, pero lo que el club azulgrana no tuvo en cuenta fue la duración de su nuevo contrato.

El último contrato que firmó Ansu con el Barça

La vinculación actual de Ansu Fati con el FC Barcelona expira en junio de 2022, algo que pone al club en un serio aprieto de cara a poder retener al futbolista en un futuro que parece lejano pero que no lo es. A la espera de unas posibles elecciones anticipadas y en medio de una grave crisis institucional y económica, el club debe activar una vía para no tener problemas en retener a la joya de la corona, que es este joven talento de 17 años.

Ansu Fati debe renovar esta misma temporada y, si esto no es posible, debe ser uno de los primeros asuntos que abarque el nuevo presidente. El próximo verano, el canterano estará a un solo año de marcharse libre y podrá presionar para irse como lo ha hecho, por ejemplo, Eric García con el Manchester City o como lo hará Kylian Mbappé con el Paris Saint-Germain.

Jorge Mendes, su representante

Rodrigo Messi era quien asesoraba a Ansu Fati hasta hace poco, pero ahora es un duro negociador como Jorge Mendes quien le representa. El portugués sabe por qué cartas apostar en este tipo de situaciones y, naturalmente, esto no es positivo para un FC Barcelona al que le entrarán las prisas si no mueve ficha ya. Por ahora, el nuevo '22' culé es feliz en el Camp Nou pero su desbordante talento le puede hacer tener la sartén por el mango si su situación contractual no se gestiona bien.