Pasó tres temporadas en el FC Barcelona y hace unos días que volvió al Sevilla, y el destino ha querido que uno de los primeros rivales de Aleix Vidal en la temporada fueran los culés. El carrilero de Puigpelat está entrando en los planes de Pablo Machín para la Europa League, y aunque no ha sido titular en la Supercopa de España, sí ha gozado de algunos minutos.

Su arranque desde el banquillo ha provocado una de las imágenes del descanso, puesto que cuando los futbolistas saltaban de nuevo al terreno de juego, el catalán iba acompañado por Jordi Alba. Uno con la equipación de gala y el otro con el peto de suplente, ambos sonreían mientras el de L'Hospitalet se dirigía hacia el césped, y no ha sido el único que se ha parado a saludar.

Leo Messi, que pasaba justo tras ellos, ha llamado la atención del tarraconense hasta que este le ha respondido, y con la misma alegría en su expresión se ha dirigido a él. Se notaba la buena sintonía que todavía mantienen con su ex compañero, que no mucho más tarde ha demostrado que en el campo no hay amigos, y ha estado a punto de darles un buen disgusto.

En los últimos minutos del encuentro, Aleix Vidal ha sido uno de los revulsivos elegidos por el técnico sevillista, y ha protagonizado una de las jugadas del duelo. Su rifirrafe en el área, precisamente con Jordi Alba, ha acabado con un despeje del lateral zurdo y un choque del blanquirrojo con Marc-André Ter Stegen, que aunque parecía más una falta al portero, Del Cerro Grande ha señalado como penalti.

Por suerte, el cancerbero alemán ha logrado detener el tímido lanzamiento de Wissam Ben Yedder, y el enfrentamiento no se ha alargado hasta lo que parecía una inevitable prórroga. Era el minuto 90 cuando el francés lanzaba desde los 11 metros, aunque la intervención del jugador de Mönchengaldbach ha evitado males mayores.

Aleix Vidal, sin cuentas pendientes con el Barça

En su presentación como nuevo futbolista del Sevilla, Aleix Vidal reconoció que quería ganar todos los títulos que pudiera, y que no le importaba si era contra el Barça. A pesar de que muchos vieron en sus declaraciones un tono de revancha, está claro que lo del catalán era pura ambición y nada más, algo que ha quedado claro viendo las cariñosas escenas junto a sus ex compañero.