Otro varapalo más para Aleix Vidal en el FC Barcelona, y ya van seis seguidos. Todos después de ser titular frente al Deportivo Alavés y no haber vuelto a ser llamado por parte de Luis Enrique en ninguna de las siguientes seis lista de convocados. Frente al Celta ha sido la "última" calabaza que le dan al lateral diestro blaugrana, que comienza a dudar de su puesto en el conjunto catalán.

Es por ello que decir que el futbolista no está pasando por su mejor momento en su carrera deportiva es, cuanto menos, ser indulgente con dicha apreciación. Después de viajar a Mönchengladbach y quedarse en la grada fue Robert Fernández el que conversó con él y trató de tranquilizarle, pidiéndole más trabajo y tiempo para revertir la situación.

Sin embargo, deberá esperar al parón por selecciones para ver si tras éste puede volver a contar. Por ahora, lo que el jugador necesita que es apoyo, lo ha encontrado en su familia y sus amigos. Uno de ellos lo visitó el pasado sábado y estuvo cenando con él. Se da la casualidad que se trata de un ex de Barça.

No es otro que Gerard Deulofeu, el actual extremo del Everton por el que el Barça todavía tiene una cláusula para su vuelta a final de esta temporada. Tampoco puede decirse que Deulofeu tenga el mejor recuerdo de "Lucho", pues con él empezó la pretemporada hace tres años pero a falta de un día para cerrarse el mercado de fichajes pidió que salir cedido, acabando en el Sevilla FC.

Ambos se vieron con sus parejas en un restaurante japonés. Desde éste, Vidal publicó una fotografía de los cuatro junto al texto "todo en orden" y a varios emoticonos de comida japonesa. En esta ocasión, la publicación no fue tan incendiaria para los medios como la de hace pocos días.