Hace justo cinco años, debutó en el fútbol profesional Arthur Melo. Lo hizo defendiendo la camiseta del Grémio de Porto Alegre, un 4 de abril de 2015, solamente un lustro después de haber llegado a la cantera del equipo brasileño. Luiz Felipe Scolari, su entrenador en aquella época, apostó por él como titular con apenas 18 años para medirse al Aimoré, en un partido del Campeonato Gaucho que su equipo acabó perdiendo por 2-1.

"Es increíble imaginar que haya pasado cinco años desde ese día. Todo sucedió muy rápido. Un día estaba jugando en las categorías de base y a la siguiente semana debutaba como titular de Gremio", admitió el propio Arthur, en unas declaraciones concedidas a Mundo Deportivo y publicadas este mismo sábado en motivo del quinto aniversario de su debut.

"Me siento preparado para cualquier desafío"

Eso sí, Arthur reconoció que no se consagró en el equipo hasta que tuvo 20 años, pasando dos temporadas desde ese primer encuentro contra el Aimoré. "Me establecí como jugador profesional solo dos años después de aquel debut. Renato Portaluppi me dio una secuencia de oportunidades y logré ya la continuidad. Para hacerlo aún mejor, fuimos campeones de la Libertadores de América y fui convocado para el equipo nacional de Brasil", comentó.

El ahora centrocampista del FC Barcelona​ tiene claro que esa época fue clave para forjarse como futbolista y para haberse convertido en lo que es ahora: un jugador importante de uno de los clubes más grandes del planeta. "Mirando hacia atrás, veo lo importante que fue para mí seguir todos aquellos pasos", reconoció, agregando que “me siento mucho más preparado para cualquier desafío".

El Barça lo fichó como 'heredero' de Xavi

Es cierto que las comparaciones son odiosas, y más cuando son en frente de uno de los jugadores más grandes de todos los tiempos. Pero lo cierto es que Robert Fernández, anterior secretario técnico del FC Barcelona, ató al brasileño por 31 millones de euros porque vio en él un estilo muy definido y de perfil similar al de una leyenda como Xavi Hernández, que había dejado el equipo hacía poco.

Naturalmente, el mítico ex capitán no tiene reemplazo posible, pero en la búsqueda de un relevo generacional apareció este tal Arthur, con un estilo reconocible que le encuadró dentro del 'ADN Barça'. Casi dos años después de su fichaje y pese a su irregularidad por culpa de las lesiones, el brasileño se ha convertido en un jugador importante y del que se espera mucho en el futuro.