Cara y cruz de la 'revolución' de Xavi con el movimiento táctico de Jordi Alba

El FC Barcelona se reencontró con la victoria en LaLiga ante el Elche, en un partido clave para sumarse a la pelea por el título o, por lo menos, dar esperanza en el último tramo de este 2021. Los azulgrana cumplieron en el Camp Nou, para despedirse de su afición con una alegría, pero todavía hay mucho en lo que trabajar y mejorar... en todos los aspectos. Xavi tiene que seguir con su pizarra para conseguir las respuestas que, de momento, no tiene. 

Para la ocasión, consciente de la gran necesidad de los culés de sumar tres puntos, Xavi no se guardó nada y sacó al campo a sus mejores jugadores. Jordi Alba fue titular y resultó una sorpresa, puesto acababa de recibir el alta médica. Sin embargo, estaba al 100% y el egarense tenía que aprovechar a uno de sus hombres de confianza en el equipo para buscar, contra viento y marea, sumar tres puntos. Para ello, implementó un inesperado cambio. 

En el dibujo, el Barça salía con un 4-3-3 muy marcado, con Ronald Araj́o por la derecha y Jordi Alba en la banda izquierda, un lateral puro -en teoría-, pero con el desarrollo del partido quedó claro que no iba a estar estático. De hecho, Alba no jugó prácticamente como lateral, sino más como interior incursionando en el ataque con frecuencia. Algo que benefició, pero también perjudicó al cuadro azulgrana contra el Elche.

Es un completo cara y cruz. En la primera parte, el de L'Hospitalet estuvo incisivo, participativo y con ganas de dinamizar el ataque de los azulgrana. De sus botas nacieron varios acercamientos a la portería de Édgar Badía y firmó unos 45 minutos muy correctos. La posición le beneficiaba para mostrar su poderío ofensivo, en lo que más se destaca... pero la 'magia' no duró mucho y llegó un nuevo baño de realidad.

¡También hay que defender, Jordi!

Si bien es cierto que antes del descanso estuvo acertado y con participación directa en el juego ofensivo, su segunda parte quedará para el 'olvido'. El Barça dejó de atacar y el Elche aprovechó para igualar el marcador. Fueron dos goles en dos minutos en los que todos los defensores, incluido Jordi Alba, quedaron señalados. Y es que su 'nueva' demarcación potencia su actividad de cara al ataque, pero deja más debilitada la zona izquierda.