No es una casualidad que en los mejores partidos del FC Barcelona en esta temporada, frente al Valladolid, Athletic Bilbao y Granada, Lionel Messi haya mostrado su mejor versión y demostrado cuán determinante es para su equipo. El argentino, después de varios meses cabizbajo y con rendimiento irregular, ha vuelto a estar al cien por ciento para su equipo y su 'efecto' es más que evidente. Cuando 'La Pulga' está bien, el Barça también lo está.

En el Nuevo Los Cármenes, junto Antoine Griezmann, Messi fue el jugador más importante y su doblete condujo al Barça a una victoria muy importante de cara a la lucha por LaLiga y todos los títulos en esta temporada. Además del resultado, en Granada se comprobó que, cuando el equipo está concentrado y hay ritmo con el balón, los culés son imparables. Gran responsabilidad de ello, por supuesto, la tiene Messi.

En los últimos partidos, el astro de Rosario se ha reencontrado con su mejor fútbol y está creando sociedades que sólo invitan a soñar en positivo. La más importante, de lejos, es con Pedri González, pero también se encuentra a gusto con Antoine Griezmann y Frenkie de Jong, recordando los tiempos de 'oro' cuando el argentino combinaba con Xavi Hernández, Andrés Iniesta o Dani Alvés y nacían goles inolvidables para el barcelonismo.

Es una realidad que, al igual que Ronald Koeman ha encontrado la 'tecla' para darle regulariad al equipo, Messi se reencontró con su mejor versión y ganó la confianza en sí mismo que tanto necesitaba. En Los Cármenes marcó dos goles de esos que le gustan pero que se le habían resistido en los últimos meses. El primero, a pase de Griezmann, con un disparo que pareció irreal. El segundo, más importante aún, fue desde un lanzamiento de tiro libre. 

Aunque fue sustituido en la segunda parte, para que llegue más descansado al choque de la Supercopa frente a la Real Sociedad, Lionel Messi demostró que aún le queda mucho fútbol y que, como lo ha sido en la última década, será muy determinante para que los culés aspiren por los títulos a final de temporada. El camino aún es largo y de seguro será cuesta arriba, pero con esta versión del argentino, el FC Barcelona puede permitirse soñar en grande. 

Su estado de ánimo, muy influyente

A comienzos de temporada, justo después de que Messi anunció que se quedaba en el Camp Nou, al menos una temporada más, para no llevar al club de su vida a juicio, afirmó que estaba totalmente comprometido con el equipo, pero su mente estaba a cientos de kilómetros de Barcelona y la decepción y rabia, si se quiere, se reflejaba en el campo. No era el mismo de años anteriores, su nivel bajó y dejó de ser importante para el equipo.

Él mismo reconoció que al principio le costó adaptarse, pero que se sentía mejor ahora. Y vaya que lo ha demostrado. En las últimas semanas ha demostrado que dejó atrás todas las polémicas del verano, con respecto a su salida, y que cuando se siente a gusto, es totalmente imparable. Aún es muy pronto para determinar si el buen momento tendrá un efecto en su decisión con respecto a su futuro, pero sí es cierto que invita a creer que continuará mostrando su mejor versión.