Había muchas ganas de recuperar el liderato de LaLiga en el Camp Nou, y el FC Barcelona lo logró contra el Sevilla pero perdió a Leo Messi por el caminoEn una acción desafortunada el argentino se lastimó el brazo derecho, lo que le provocó una fractura ósea que le tendrá varias semanas de baja. El calendario no se lo va a poner nada fácil a los catalanes, pero hay calidad de sobra para sacar todos los compromisos adelante.

Está claro que no contar con el mejor jugador del mundo es un problema importante, sobre todo en lo deportivo pero también en lo anímico. El de Rosario es centrocampista, delantero e incluso en ocasiones defensa, y su clase es la que guía a un equipo que ante la duda siempre le cede la iniciativa. Él sabe siempre qué hacer, elige las mejores opciones y potencia las virtudes del resto.

La cuestión es que, como mínimo, no será de la partida en los próximos seis partidos, pero no hay motivos para preocuparse: En el vestuario hay mucho nivel y soluciones para todos los gustos. Cuando se planteó la reconstrucción en la plantilla se buscaron alternativas muy variadas para el ataque, que ahora necesitan un ajuste capital para mantener la recuperada senda de victorias.

El fútbol que posee este Barça está fuera de toda duda, y lo único que hace falta es liberarse de los complejos que a veces aparecen sin Messi. La preocupación suele atenazar a sus compañeros siempre que no está disponible, como si su sola presencia obligará a todos a dar su mejor versión y por eso cuando juegan junto a él suben algunos escalones en rendimiento. Es obvio que la influencia del '10' tiene que ver en este aspecto, pero no es la única responsable. Aquí juegan algunos de los mejores del mundo.

El ejemplo de Luis Suárez, el mejor camino para el Barça

Un gran ejemplo de lo que toca hacer para sobreponerse a la baja de Leo Messi está en la actuación de Luis Suárez, brillante contra el SevillaSin estar todavía al 100%, el uruguayo demostró que el trabajo en su rodilla le ha sentado muy bien, y fue el mejor, junto a Marc-André Ter Stegen, cuando el argentino tuvo que enfilar el camino de los vestuarios.

El de Salto se encargó de asumir responsabilidades y trabajar para el equipo, pasando, aguantando balones o disparando cuando hacia falta. Más allá de un gol que premió todo su esfuerzo, los detalles a tener en cuenta son su carácter y su iniciativa cuando más falta hacía. Futbolistas como Philippe Coutinho, Ousmane Dembélé, o Malcom, si así lo considera Ernesto Valverde, deben seguirle en esta actitud, y entonces, claramente, no habrá ningún adversario al que temer.