A lo largo de los años, sobre todo en sus inicios, muchos han dudado de la capacidad de liderazgo de Leo Messi. En Argentina han llegado a llamarle 'pecho frío' en varias ocasiones, haciendo notar que al '10' le cuesta ejercer de líder al tener una personalidad introvertida. Nada más lejos de la realidad. Años atrás quizá sí era más reservado, pero con los años y la experiencia 'La Pulga' ha ido evolucionando también en esa faceta, al igual que en todas las demás.

La inteligencia futbolística de Leo Messi es algo que no debe esconderse jamás al resto de los compañeros. Porque por pequeños detalles se pueden ganar partidos, y el mismo Messi lo sabe. De ahí que, de la misma forma que pudimos ver en Mallorca el pasado sábado, este martes el '10' también llevó la voz cantante en la charla con sus compañeros contra el Leganés, durante la pausa de hidratación a la media hora de juego.

El capitán azulgrana veía que el Barça no acababa de encontrar huecos en la defensa rival, de abrir espacios, y para colmo había sufrido algunas ocasiones claras al contragolpe. Para ponerle remedio, Messi no dudó en juntar a todo el equipo -Setién y Sarabia incluidos-, expresar su opinión y dar algunas directrices. Puede que fuera casualidad que poco después, antes de la media parte, Ansu Fati adelantase a los culés... O puede que no.

La cuestión es que Messi se está acostumbrando cada vez más a puntualizar algunos aspectos de juego que él mismo detecta durante el desarrollo de los partidos, y sea en el estadio que sea, nunca se esconde. Sabe que no le quedan demasiados años de fútbol al máximo nivel -aunque podrá jugar hasta cuando quiera- y quiere ganar todos los títulos posibles antes de la retirada.

Messi toma las riendas del Barça

Es por ello que no duda en aclarar conceptos ante sus compañeros, en hacer lo posible para ayudar a mejorar su juego y, por ende, buscar soluciones para que el juego colectivo fluya. En esta ocasión, uno de los comentarios fue dirigido a Ansu Fati, a quien comentó alguna de las jugadas previas en el partido, con el objetivo de que diera más amplitud y profundidad en ataque a través de sus desmarques y capacidad de desborde.

Messi ha tomado las riendas del Barça desde que terminó el confinamiento, y está dispuesto a llegar hasta el final. El primer objetivo es que LaLiga se quede en casa, en el Camp Nou, y luego ya se verá qué pasa con la Champions League. De momento, dos partidos y dos victorias. El viernes tocará un desafío de mayor altura ante el Sevilla, en el Sánchez Pizjuán. ¿Volveremos a ver al equipo haciendo corrillo alrededor del '10'? Probablemente.