El FC Barcelona volvió al camino correcto en LaLiga imponiéndose en el Camp Nou con una victoria decisiva sobre el Atlético de Madrid. Los tropiezos de las últimas semanas han quedado aparcados en lo que ha sido un golpe sobre la mesa del líder, que, una vez más, ha tenido en Leo Messi el factor diferencial.

Con el apoyo de Philippe Coutinho o Andrés Iniesta, el argentino ha dirigido durante el primer tiempo las operaciones de los azulgrana. Los rojiblancos ni reaccionaban al dominio de los catalanes, que primero ha sido territorial y después ha empezado a añadir ocasiones en la portería de Jan Oblak.

Que el de Rosario estaba enchufado se ha notado en algunas de sus primeras intervenciones, con varias jugadas que han levantado a los aficionados de sus asientos. Para el recuerdo quedará una acción en la que, rodeado por tres jugadores 'colchoneros', el '10' ha salido del paso como si sus rivales fueran de papel.

Poco después ha llegado el momento definitivo, con un golazo de falta que el guardameta ha rozado pero no ha conseguido evitar. Era la diana número 600 en su carrera, demostrando que uno de los mejores jugadores de la historia todavía no se ha cansado de ganar títulos. Siempre quiere más.

Todos se rinden a Leo Messi

Incluso con el Barça teniendo menos la pelota en el segundo tiempo, Messi también ha sabido canalizar algunas de las mejores oportunidades de los suyos, presionando y colaborando en lo que ha sido una gran actuación de todo el equipo. Tras el duelo, la mayoría ha señalado al delantero como el mejor, y es que no ha parado de acumular motivos.

"No hay otro como él en el mundo", señalaba Ernesto Valverde, y Jordi Alba insistía: "Es el mejor y marca la diferencia para el Barça". Incluso los rivales, con Diego Simeone a la cabeza, han reconocido que con Leo, no hay nada que hacer. "Si le ponemos nuestra camiseta a Messi, ganamos", apuntaba el preparador 'colchonero'. Otra vez será.