Ousmane Dembélé llegó al FC Barcelona en verano de 2017 pero parece que su explosión definitiva no ha llegado hasta la presente temporada. Hasta ahora, las lesiones​ siempre habían sido un impedimento para que el extremo francés sacase a reducir su calidad, pero esta campaña solamente ha sufrido una lesión muscular -le tuvo dos semanas de baja- y ahora acumula tres titularidades consecutivas.

De hecho, hacía mucho tiempo que Ousmane Dembélé no era titular en tres ocasiones seguidas. Las lesiones o su irregularidad siempre habían evitado que tuviese continuidad en el FC Barcelona, pero el 'mosquito' parece estar dispuesto a invertir esta dinámica de una vez por todas. Contra el Huesca, contra el Athletic Club de Bilbao y contra el Granada, el '11' culé jugó desde el inicio, no se resintió y estuvo a un buen nivel.

La mejor noticia tanto para Ousmane Dembélé como para el barcelonismo no solamente es que el galo está aguantando sin lesionarse, sino que sobre el terreno de juego parece haber madurado de golpe. El 'mosquito' ya no da la sensación de estar haciendo la guerra por su cuenta o de estar al margen del equipo, sino que ahora se muestra mucho más acertado en la toma de decisiones.

Contra el Athletic Club de Bilbao ya se pudo ver a un Ousmane Dembélé con la cabeza muy amueblada, buscando encarar continuadamente pero también buscando el pase cuando veía a compañeros mejor posicionados. Contra el Granada, el extremo francés del FC Barcelona volvió a brillar tanto en lo individual como en lo colectivo y, pese a que no marcó, sí protagonizó algunas jugadas de peligro.

De los cuatro goles que el FC Barcelona marcó contra el Granada, Ousmane Dembélé participó en dos: lo hizo en el segundo de Leo Messi, con una jugada individual que terminó en pase a Pedri previo a la falta que recibió el canario y que transformó el argentino; en el cuarto y definitivo de Antoine Griezmann, se inventó una tremenda asistencia de cuchara que demostró clase y templanza.

Sea como sea, el FC Barcelona puede estar muy contento por el rendimiento que está alcanzando Ousmane Dembélé ante las ausencias de Ansu Fati o Philippe Coutinho. Y, de hecho, si todos los efectivos estuviesen disponibles, habría que ver si alguien le podría arrebatar el puesto. Da la sensación que, cuando Ansu Fati se recupere, Ronald Koeman tendrá a dos auténticos puñales por las bandas. Y Leo Messi, dos socios de lujo.

Ousmane Dembélé, un genio del desborde