El FC Barcelona encajó este sábado la primera derrota de la era Quique Setién en un duelo para olvidar contra el Valencia. Tras los triunfos ante Granada e Ibiza, las dudas volvieron a rodear a los catalanes, que estuvieron muy lejos de su mejor versión y se vieron claramente superados por un adversario de máximo nivel. Pese a la resistencia de Ter Stegen, el doblete de Maxi Gómez fue definitivo para un tropiezo en LaLiga.

El 'pinchazo' en Mestalla deja varias conclusiones para los culés, que volvieron a ahogarse en las peligrosas lagunas defensivas. Los 'che' consiguieron acercarse al área del cancerbero germano con demasiada facilidad, y en apenas un par de pases obtenían buenas posiciones de tiro que acabaron siendo decisivas. De nada sirvió el esfuerzo de futbolista de Mönchengladbach, que incluso le paró un penalti al uruguayo.

Pero la retaguardia no es el único dolor de cabeza preocupante, ya que desde que cayó Luis Suárez, el ataque está totalmente bloqueado. La habitual estrategia de 'balones a Leo Messi' ya no es suficiente, porque el de Rosario ha perdido al socio que abría todas las puertas de las murallas rivales. Sin un punta que fije centrales, la medular y la delantera carecen de profundidad, y se enredan en un juego plano y redundante en pases que deja vivir demasiado tranquilos a los oponentes, más liberados para pensar en contras y estrategias ofensivas.

El preparador cántabro ha llegado cargado de buenas intenciones y ha recuperado el fútbol de posesión, pero con eso no basta si ese dominio no se conjunta con un carácter incisivo que el de Salto se llevó consigo a la enfermería. Los Griezmann, Ansu Fati o Carles Pérez no insisten lo mismo que el '9', y no tienen ni la capacidad física ni las cualidades para incomodar constantemente a los zagueros, que pueden adelantar metros y concentrarse en contener al '10'.

Es por ello que toca buscar soluciones urgentes, y los cracks deben dar un paso al frente mientras el entrenador apuesta por ajustes que devuelvan la chispa a un apagado conjunto azulgrana. Hoy más que nunca se necesita el mejor rendimiento posible de jóvenes, veteranos y estrellas en general, porque la lucha por los títulos no se para y la fase de adaptación (tanto míster-jugadores como jugadores-míster) debe completarse sobre la marcha y cuanto antes.

Un posible camino para Setién es evitar algunos de los errores que condenaron a Ernesto Valverde, que murió con sus ideas pese a que no siempre fueran efectivas. Al extremeño se le acusó de 'encerrar' a Antoine Griezmann en la banda izquierda, restándole influencia y complicando su encaje en el sistema. El de Santander ha mantenido este puesto y también ha llevado a Ansu Fati a un costado derecho donde el canterano ha frenado por completo. No se trata de que ambos estén equivocados, sino de que hay que probar alternativas para ver si llega el acierto.

Los fichajes podrían ayudar, pero con condiciones

En estas circunstancias, el Barça está buscando respuestas en el mercado, pero no todas son válidas. Uno de los nombres que más ha sonado es el de Rodrigo Moreno, y aunque el hispano-brasileño es un excelente delantero, no es un nueve especialista. Podría aportar sus virtudes y ser uno más en los desafíos que están por venir, pero habría que ver si es la clave para resolver el atasco que está agobiando a los catalanes.