La dependencia goleadora del FC Barcelona en los tantos de Leo Messi y Luis Suárez era un problema para el equipo culé, por lo que Antoine Griezmann llegó para reforzar el ataque. Por el momento, el francés no está consiguiendo sacar su máximo potencial y le está costando adaptarse al nuevo sistema de juego y a la nueva posición que ocupa.

Confinado a la banda izquierda, Griezmann no acaba de funcionar. Pese a que tiene grandes cualidades como delantero, no tiene ni una enorme velocidad, ni una capacidad virtuosa de regate que le conviertan en un especialista en el juego de banda. Como falso '9', tampoco ha destacado especialmente ni las pocas veces que ha jugado ahí con el Barça ni en la selección francesa.

El puesto ideal de Griezmann es el de mediapunta, sacando su mejor potencial en posiciones centradas por detrás del referente de área. Pero esa posición no existe en el esquema del FC Barcelona y es Leo Messi el que se mueve con la libertad de la que el francés gazaba en el Atlético. Por tanto, reconvertirle puede sere una opción interesante y tal vez no sería una opción decabellada probarle como interior.

Recordemos lo que hizo triunfar a Griezmann en el Wanda Metropolitano: sus llegadas por sorpresa desde segunda línea para marcar, sus asistencias, su capacidad de asociación, su visión de juego y su necesidad de intervenir en la mayoría de jugadas de ataque. A todo ello hay que sumar su sacrificio defensivo y su inteligencia táctica, que le convierten en un jugador muy valido para acompañar a especialistas como Arthur y Frenkie de Jong.

El Barça ya le veía como posible centrocampista

En los informes previos al fichaje del 'principito', ya se contemplaba la posibilidad de que jugase como centrocampista. A diferencia de Philippe Coutinho (que la pasada temporada fue probado de interior), Griezmann es un jugador de amplio recorrido y lo demuestra partido sí y partido también con la de kilómetros que recorre por la banda. El carioca no es un fondista, pero el galo sí.

Por ello, no sería ninguna locura que Valverde pueda probarle en dicho rol, en el que ganaría mucha participación en la creación del juego. Tal y como a él le gusta. Cuando algo no funciona, hay que tocar teclas para revertir la situación y, dada la inoperancia de Griezmann en la banda, tal vez se podrían abrir horizontes con él, debido a su versatilidad y a su repertorio de recursos.