En el inicio del presente curso, un sorprendente Ansu Fati llegó al primer equipo del FC Barcelona​ desde el Juvenil A para quedarse. Debutó con apenas 16 años y ahora, con 17 recién cumplidos, ya es uno de los grandes futbolistas a seguir en el continente europeo. Tanto es así que la UEFA le ha incluido en su lista de "Las 50 promesas a seguir en 2020".

El artículo recuerda que Ansu Fati consiguió batir el récord del goleador más joven en la historia de la Liga de Campeones. "Se convirtió en el jugador más joven en marcar en la UEFA Champions League al hacerlo con 17 años y 40 días en la victoria del Barcelona por 2-1 ante el Inter en diciembre. Internacional sub-21 con España", escribió la UEFA en su artículo.

Ya no es un tema solamente de cifras o récords de precocidad, sino también de sensaciones. Por méritos propios, ya nadie duda de la calidad de un futbolista que, pese a tener 17 años, muestra la serenidad de un veterano de 30. A todo ello, añadámosle su velocidad, su facilidad para desbordar, su capacidad de asociación y ese descaro tan suyo para buscar el gol.

Todos ellos son ingredientes más que suficientes para que la directiva culé decidiese hace algunas semanas mejorarle el sueldo y ponerle una cláusula que a día de hoy es de 170 millones pero que cuando tenga ficha del primer equipo será de 400, a la altura de los mejores futbolistas de la plantilla azulgrana. Un blindaje que era necesario.

Ansu Fati, presente y futuro

Pese a que todavía no ha llegado ese ascenso definitivo al primer equipo a nivel burocrático, Ansu Fati puede convertirse en un futbolista importante para el FC Barcelona ya no solo en el futuro, sino en esta misma campaña. Sobre el papel, y más tras la lesión de Ousmane Dembélé, el 'tridente' ofensivo titular lo forman Leo Messi, Antoine Griezmann y Luis Suárez, pero el joven atacante de Guinea Bissau es un extremo que aporta virtudes distintas a la par que necesarias.

Es cierto que hay que ir con cuidado con el trato de un jugador de 17 años, pero el primer equipo necesita de su frescura para salir adelante y, hasta que el 'mosquito' no se recupere, será el cuarto delantero de la plantilla. Con Ansu Fati puede estarse cocinando un jugador clave para el Barça en las dos próximas décadas y las próximas decisiones que se tomen con él pueden ser determinantes para su futuro y el del club.