Ganar esta Liga será muy difícil... ¡Pero aún queda mucho!

Tan sólo llevamos ocho jornadas y esta Liga Santander 2020-21 se está poniendo más complicada de lo esperado para los intereses del FC Barcelona. Los de Koeman arañaron únicamente un empate de Mendizorroza este sábado, sin poder consumar la remontada tras el fallo garrafal de Neto y la diana de Griezmann a la hora de partido. La media hora restante, con un jugador más en el campo, no fue suficiente para un Barça sin puntería.

Y cierto es que también habría ayudado que el árbitro y el VAR señalaran el claro penalti cometido sobre Frenkie de Jong en la primera mitad, o que en partidos anteriores algunas decisiones injustas y polémicas no hubiesen perjudicado al conjunto culé. El caso es que el Barça acumula 2 puntos de los últimos 12 posibles, y la situación empieza a ser preocupante.

Los blaugrana se vieron frenados en Sevilla por su falta de acierto de cara a portería (1-1), y cayeron ante las patadas y el juego agresivo del Getafe (1-0), sin profundizar en la injusticia arbitral del Clásico (1-3). Afortunadamente, el equipo de Koeman sí ha rendido a las mil maravillas en la Champions League, con un triunfo histórico ante la Juventus en Turín (0-2) que llegó tras una goleada en la primera jornada (5-1) ante el Ferencvaros. Dos victorias trascendentales que contrastan con el atípico y curioso momento que atraviesa el equipo en LaLiga.

El Real Madrid lidera la tabla clasificatoria con 8 puntos de ventaja sobre el FC Barcelona y, aunque los culés tienen un partido menos, si no afinan la puntería en las próximas jornadas tendrán complicado poder darle caza. La nota positiva es que todavía queda muchísimo por jugarse, y que la temporada prácticamente acaba de empezar, por así decirlo.

Hay que mantener viva la llama

También hay motivos para el optimismo si nos centramos en el rendimiento y las buenas sensaciones que dejan jugadores como Ansu Fati o Pedri, que a sus 18 y 17 años respectivamente están asumiendo cada vez más responsabilidades y siendo más importantes para Koeman. Son momentos para tener confianza, para no bajarse del carro y, si es así, hacerlo para empujar y no poner más piedras en el camino.

La transformación de plantilla, el nuevo sistema, la llegada de un nuevo entrenador, la sinergia en proceso entre futbolistas que nunca habían jugado juntos... Este Barça se merece un tiempo más para seguir creciendo, para carburar poco a poco y a fuego lento. Porque ya hemos visto unos chispazos que ilusionan. Porque, cuando esto empiece a arder, las llamas serán cada vez más altas. Y no habrá adversario a quien no devoren.

El Barça debe fijarse en el Juve-Barça del miércoles