Antes de que se cumpliera la primera media hora de partido en el Camp Nou, Willian José hizo aparecer los fantasmas en la cabeza de todos los barcelonistas, al perforar la portería de Ter Stegen merced a un pase de la muerte de Portu. Se produjo un desajuste defensivo en el Barça (otro más), y Portu fue capaz de encontrar a la perfección al delantero brasileño para que rematase a bocajarro, justo frente a la línea de gol y ya con Ter Stegen vendido.

El FC Barcelona, sin embargo, no bajó los brazos y siguió transmitiendo al juego la intensidad de los primeros minutos, con el objetivo de asediar la portería de Remiro y poner en constantes problemas la salida de balón de los 'txuri urdin'. En el minuto 31, Jordi Alba recibió una gran asistencia de Griezmann en el interior del área para, con la pierna derecha, sacarse de la chistera un disparo directo a la escuadra. Golazo y empate rápido del Barça.

Pocas veces hemos visto al de L'Hospitalet marcar goles de este tipo, y menos con la pierna derecha. Por fortuna su gran diana llegó en una noche ante un rival complicado, y sirvió para iniciar una remontada que, 12 minutos más tarde, el mismo Jordi Alba facilitaría con un pase de la muerte para el gol de Frenkie de Jong, solo para rematar delante del portero.

Podría decirse que Jordi Alba jugó este miércoles uno de sus mejores partidos del año 2020 con el Barça, puede incluso que el mejor si tenemos en cuenta que influyó directamente en el resultado participando en ambos goles (diana y asistencia) y todo ello sin perder de vista sus funciones defensivas, en el repliegue y en la presión alta para recuperar balones.

Jordi Alba, clave en este Barça

En las últimas semanas, Jordi Alba había sido uno de los señalados por la afición debido a algún que otro despiste defensivo. En cualquier caso, es innegable que su aportación ofensiva es un bálsamo para un Barça que casi siempre juega sin extremos, y más ahora que están lesionados Dembélé y Ansu Fati.

El de L'Hospitalet continúa siendo una pieza indiscutible en este Barça, y a sus 31 años se encuentra en un gran nivel de forma. El problema, sin embargo, es que el calendario viene muy cargado de partidos y el Barcelona no tiene, en estos momentos, a un lateral izquierdo de un nivel parecido al de Alba. Junior Firpo no ha acabado jamás de evolucionar, y Koeman apenas le da minutos.