La RFEF, la AFE y LaLiga manejan distintos escenarios para la reanudación del fútbol en España. Sea cual sea el que se acabe imponiendo, lo que cada vez está más claro es que la siguiente temporada 2020-21 va a ser de lo más apretada en lo que a calendario se refiere. Si las previsiones actuales sobre el alcance del coronavirus se mantienen, las grandes ligas de Europa deberán terminarse a lo largo del próximo verano.

La Champions League 2019-20 podría finalizar en agosto, y eso retrasaría el inicio de la campaña 2020-21 hasta el mes de septiembre. En este sentido, se prevé que, en el caso de LaLiga Santander, se lleve a cabo un 'Boxing Day' en Navidad como el que se suele emplear en la Premier League para oxigenar el calendario y aprovechar unas fechas que, habitualmente, son de vacaciones para las plantillas.

El sindicato mayoritario AFE no se ha opuesto a dicha opción, sino que la estudiará detenidamente en un clima de colaboración total con los futbolistas. Además del 'Boxing Day', es posible que haya más jornadas intersemanales para comprimir todavía más el calendario liguero y la Copa del Rey.

Y es que las ligas europeas no podrán terminar tan tarde como en temporadas anteriores este próximo curso 2020-21, teniendo en cuenta que para ese verano se han programado ya la Eurocopa, la Copa América y probablemente también los Juegos Olímpicos de Tokyo.

También se jugarán las ventanas de parón FIFA de selecciones

De ahí que las consecuencias del coronavirus afecten no sólo a la presente campaña, sino también al calendario de la siguiente. A todo esto, habrá que tener en cuenta cuándo pueden volver a disputarse las ventanas de parón FIFA de selecciones, dado que las de este último mes de marzo ya han quedado suspendidas de forma irremediable.

Más allá de las quinielas sobre fechas y el reinicio de los campeonatos, lo que está claro es que los plazos quedarán marcados por el coronavirus y el impacto que esté teniendo en cada país. En España, se prevé llegar al pico de contagios en pocos días... aunque de momento todo está en el aire. El fútbol y el mundo del deporte se mantienen en vilo y a la espera, al igual que el resto de sectores.