El análisis de la esperpéntica derrota del Real Madrid en Champions

El Real Madrid tocó fondo contra el Shakhtar Donetsk en su estreno en Champions League​ y se complicó su clasificación para octavos. Los blancos rozaron el ridículo después de caer al descanso por 0-3, pero maquillaron el resultado en la segunda parte con los goles de Luka Modric y Vinicius Jr. Fede Valverde pudo empatar en el último instante, pero el VAR se lo anuló. Al final, los merengues cayeron con estrépito y demostraron que ahora mismo no dan el nivel mínimo que se exige en Europa.

Aunque casi todos los jugadores decepcionaron y no estuvieron a la altura, el gran señalado de esta derrota volvió a ser Zinedine Zidane. El francés ya lo fue tras perder ante el Cádiz hace unos días y esto no ha hecho más que dejar claro que su equipo no funciona. Porque los problemas de este Madrid van mucho más allá de la elección de jugadores, de su rendimiento, de sus problemas de cara a gol o de su fragilidad defensiva.

Los blancos tienen todos estos problemas, pero lo más preocupante es el hecho de parecer partido tras partido un conjunto que no sabe a lo que juega. El Shakhtar les quitó la pelota en la primera parte y parte de la segunda, dominó, mandó y generó oportunidades suficientes como para golear. Mientras, los madridistas presionaron poco y mal, ocuparon aún peor los espacios y no supieron atacar en estático en ningún momento.

Los merengues dan la sensación de ser un grupo de jugadores que llevan jugando juntos semanas o unos pocos meses, algo terrible teniendo en cuenta que muchos llevan jugando juntos años. 'Zizou' no ha logrado ensamblar un equipo que quiera y sepa jugar. Este Madrid depende única y exclusivamente de las individualidades, como demostraron Modric o Vinicius contra los ucranianos. Más allá de eso, no hay automatismos, no hay ideas y, en resumen, no hay fútbol.

Un equipo sin solidez defensiva

Pero los problemas de los blancos no terminan en su forma de atacar, ya que en defensa también son un desastre. Raphael Varane no da el paso al frente necesario cuando no está Sergio Ramos, Militao es inconsistente y Marcelo sigue siendo el mismo coladero de la temporada pasada. La solidez defensiva exige dos laterales competentes en defensa, algo que con el brasileño en el campo nunca tendrán los madridistas.

Tampoco el sistema defensivo de los de la capital es el más sólido, ya que, como en ataque, ocupan mal los espacios y suelen elegir mal las ayudas. En resumen, el equipo no está trabajado y hay que mirar hacia un Zidane que ni siquiera está acertando con la elección de futbolistas. Este Madrid, su Madrid, es un desastre y el FC Barcelona podría darles el tiro de gracia el próximo sábado en el Camp Nou.