Los caminos de Gareth Bale y del Real Madrid  siguen distanciándose y de la peor manera. El galés, cedido en el Tottenham, club en el que brilló antes de desembarcar en el Santiago Bernabéu, no está protagonizando una temporada notable, por lo que podría traer aún más problemas a la entidad presidida por Florentino Pérez.

En principio, el plan del presidente del Real Madrid pasaba por vender a Bale luego de su préstamo en su exequipo, contando con que el jugador levantara su rendimiento y firmara una campaña que elevara su valor en el mercado. Sin embargo, lo que está sucediendo con el zurdo es todo lo contrario.

Mermado por las lesiones, su gran problema desde hace algunos años para acá, Bale no ha logrado reencontrarse con su mejor versión, o al menos con una cara que recuerde al potente jugador que fue en algún momento. José Mourinho, su técnico en el Tottenham, tampoco ha podido sacar lo mejor de él, por lo que el plan que tenía Florentino Pérez con el galés parece estar cerca de fracasar.

De finalizar la temporada y no quedarse en Inglaterra, Bale deberá volver al Real Madrid, club que aún es dueño de su ficha y del cual el mismo salió tras protagonizar algunos encontronazos con Zinedine Zidane y con Sergio Ramos. Posteriormente, el equipo blanco tendrá que evaluar las propuestas que lleguen por parte de otras entidades interesadas en ficharle, si es que surge alguna.

Gareth Bale, números de una debacle

Durante la actual temporada, Gareth Bale ha conseguido marcar solo tres goles en 11 partidos, una cifra que es bastante inferior a lo que seguramente se esperaba desde el entorno del Tottenham tras su retorno al club. Por otra parte, sus actuaciones no corresponden a los 15 millones de salario que el equipo inglés está pagando, de los 30 en total que gana el jugador.

Para agravar la situación, durante 2020, Bale ha sufrido una devaluación constante y abrupta en el mercado de valores del fútbol, puesto que su precio actual, según el portal Transfermarkt, ronda los 20 millones de euros, la mitad del que era en diciembre del año pasado. De seguir así, el galés se convertirá en un dolor de cabeza para el Real Madrid, una vez más.