Gareth Bale sigue protagonizando episodios que ponen de manifiesto su poca implicación en el Real Madrid. Tras volver de un viaje que hizo sin consultar con su técnico, Zinedine Zidane, acudió al Santiago Bernabéu para presenciar en directo el partido de los blancos contra el Leganés, pero ni siquiera esperó a que acabase.

El Real Madrid tuvo una victoria cómoda contra el conjunto 'pepinero' y el partido quedó sentenciado en el primer tiempo. A falta de diez minutos para la conclusión, Bale, que estaba en las gradas, decidió abandonar el coliseo blanco para marcharse a su casa. Un detalle feo tanto de cara al club, a sus compañeros y a una afición que ya comienza a cansarse de él.

Poco le debió importar al delantero galés perderse el estreno goleador de Luka Jovic con la camiseta del Real Madrid. Bale consideró que ya había cumplido y se fue, sin más. Últimamente no parece mostrar ni un ápice de ganas para reconciliarse con el madridismo y va sumando actitudes poco agradables a su lista.

Su viaje a Londres vino seguido de una imagen que dio a entender la nula empatía de Bale con el madridismo cuando, tras aterrizar en el aeropuerto de Barajas, hizo caso omiso a un niño y a una niña que le pidieron un autógrafo. El británico es un suma y sigue de despropósitos y, por mucha calidad que tenga, en el Real Madrid no vale todo.

La pura realidad es que Gareth Bale, pese a tener detalles de gran jugador, nunca ha mostrado una gran implicación o una predisposición para acoplarse bien a la ciudad de Madrid o al resto de sus compañeros. De hecho, en seis años que lleva siendo futbolista del equipo madridista, ni siquiera ha aprendido a hablar español, algo que indigna a parte de la hinchada. 

Bale: lo que pudo haber sido y no fue

Gareth Bale llegó procedente del Tottenham con unas cualidades excepcionales que le podían llevar a hacer historia con el Real Madrid. Lo hizo colectivamente con las cuatro Champions League que ganó marcando goles importantes pero, en líneas generales, su rendimiento nunca mantuvo cierta regularidad.