El inicio de temporada del Real Madrid ha sido bastante turbulento. En verano, Zinedine Zidane pidió el fichaje de Paul Pogba por activa y por pasiva, pero desde la directiva blanca se le comunicó que era una opción demasiado cara y le propusieron los fichajes de Christian Eriksen o Donny van de Beek, que el técnico francés habría rechazado.

Una tensión que quedó aparcada pero que, según las informaciones publicadas por el diario Sport, habría vuelto a salir a flote. En este caso, por motivos deportivos directamente relacionados por los malos resultados del equipo en este inicio de campaña, que habrían provocado un importante enfado de Florentino Pérez con Zinedine Zidane.

Especial preocupación hay en la cúpula blanca por el mal inicio del equipo en la Champions League. En la primera jornada, el Real Madrid cayó por una contundente y humillante goleada en el campo del Paris Saint-Germain (3-0) y se esperaba que el equipo no tuviese más despistes en la competición fetiche de la entidad.

Una derrota en el campò del campeón francés era una posibilidad que podía darse debido a la calidad del oponente, pero lo que realmente habría causado el enfado de Florentino habría sido el empate contra el Brujas en el Santiago Bernabéu en un partido que los blancos incluso pudieron perder ya que empezaron con dos goles por debajo en el marcador.

A todo ello, jugadores importantes como Gareth Bale o James Rodríguez estaban en la grada. Para el Real Madrid, caer eliminado de la fase de grupos de la Champions League sería un auténtico suicidio deportivo, por lo que desde las altas esferas se habría avisado acerca de la prioridad absoluta que hay en solucionar la situación del equipo en Europa.

El Galatasaray, más importante que el Barça

El medio de comunicación nombrado anteriormente dejaba claro que, desde la cúpula blanca, se da más prioridad al próximo duelo de Champions League contra el Galatasaray que al próximo Clásico entre los blancos y los azulgranas. De no ganar contra los turcos, la situación del equipo en Europa se resentiría mucho y habría riesgo de eliminación, lo que todavía enfadaría más al presidente con su entrenador.