En los últimos años, la selección de Brasil se ha caracterizado por no tener el juego vistoso y divertido de otras épocas, que llevó a la nación sudamericana a conquistar cinco Copas del Mundo. Al mando de Tite, la tendencia se ha mantenido, aunque con una mayor efectividad a nivel continental.

Una victoria por la mínima le bastó a la Canarinha para enviar a Chile a casa en el duelo de cuartos de final que enfrentó a los dos últimos campeones de América. Con un gol de Lucas Paquetá, los brasileños, con un Neymar más bien discreto, no llevaron mucho peligro al área chilena.

Para la siguiente mitad, Tite optó por cambiar la dinámica al sentar a Roberto Firmino y llamar al centrocampista del Olympique de Lyon, que apenas en un minuto abriría un marcador que no se movería más durante el resto del compromiso, que Brasil debió encarar con 10 jugadores después de Gabriel Jesus fuese expulsado tras una infracción sobre Eugenio Mena.

Brasil se medirá a Perú por el pase a la final

Pese al juego opaco mostrado por ambas selecciones, en el que salieron mejor parados los brasileños, reforzando su defensa ante la falta de un jugador en el campo con un Neymar muy atento al frente para intentar liquidar la eliminatoria, el siguiente objetivo será Perú, el actual subcampeón de América.

El equipo de Tite espera también a un duro rival, que viene de echar a Paraguay en una agónica tanda de penaltis en la que el portero Pedro Gallese fue el héroe al atajar un disparo de los guaraníes en la muerte súbita. De esta manera, los brasileños intentarán avanzar a su segunda final de manera consecutiva, emulando lo alcanzado en las ediciones de 2004 y 2007, el último bicampeonato de los brasileños en la Copa América.