Raphinha, Joao Félix, Oriol Romeu... Los inexplicables cambios de Xavi contra el Nápoles

Las eliminatorias de la Champions League suelen ser partidos muy distintos a los que pueden verse en la fase de grupos de la competición, e incluso de las cinco grandes ligas de Europa, tanto a nivel de intensidad, concentración y muchas veces de estrategia. Con este último punto en cuenta, muchas veces los entrenadores suelen optar por un XI muy fuerte para no hacer demasiados cambios durante el duelo y así no desajustar el sistema por el que apostaron, aunque este miércoles Xavi Hernández dejó la sensación que pudo haber actuado con una lectura distinta a esa.

Si el egarense tenía en cuenta que lo mejor era tocar el once titular lo menos posible, claramente terminó dejando pasar la oportunidad de cerrar el triunfo en el Diego Armando Maradona ante un Nápoles que mostró por qué está en medio de una crisis futbolística que le tiene en media tabla de la Serie A. Tras el 0-1 de Lewandowski en el 60', el Barça fue perdiendo intensidad y a la vez fue incapaz de aprovechar con autoridad los espacios que los locales dejaban en cada oportunidad que intentaban conseguir un empate que al 75' finalmente encontró.

El Nápoles no tuvo problema en dar un golpe sobre la mesa durante el partido

De hecho, el nuevo entrenador de los napolitanos, con un par de días en el cargo, y resaltando que ya había estado durante varios años en el club como segundo entrenador, no dudó en sacar a sus dos máximas estrellas del campo porque así lo creyó necesario. De hecho, tenía preparado el cambio de Simeone y lo mantuvo tras el 1-1 y acabó retirado a un Osimhen que acababa de darle la igualdad en el marcador.

Mientras tanto, Xavi no había movido el banquillo aún y solo dio ingreso a un Raphinha que pedía minutos desde mucho antes, pero lo hizo sacrificando a un Lamine Yamal que ciertamente no estaba participando demasiado, pero que era solo uno de los dos delanteros que había en el campo. Xavi prefirió mantener su sistema de cuatro mediocampistas tras el empate, aún cuando estaba claro que el Barça se merecía ganar por superioridad de juego y plantilla, pero que las ganas parecieron no ser las necesarias.

Los cambios del Barça no lograron a causar impacto en el partido

El brasileño entró al campo sin otro extremo para crear peligro, con un Lewandowski que ya no podía aprovechar los espacios por cansancio y perfil, mientras Vitor Roque veía todo desde la banda y sin ser llamado para ingresar. Ya sobre el 86', realmente tarde para algunos, fue que el egarense optó por volver al 4-3-3 al hacer ingresar a Joao Félix por Pedri, pero lo hizo también enviando a un Oriol Romeu al campo que ya casi no cuenta para él.

Xavi dejó clara su intención de mantener un mediocentro de un perfil realmente defensivo cuando también pudo optar por Fermín López para dar dinamismo al mediocampo, intentando que pudiera hacer sociedades con Joao y Raphinha, y solo teniendo que retrasar unos metros en el campo a De Jong y Gündogan. La lectura del míster fue claramente la de prevenir un posible 2-1 e intentar, de una manera algo cauta, ganar el partido con piernas frescas, pero guardándose dos cambios de manera inexplicable.