Jordi Alba, retratado de nuevo: El lateral también desentonó en San Mamés

La eliminación del Barcelona en la Copa del Rey no solo deja un vacío deportivo en el club, sino que también pone matices sobre la mesa que nadie se esperaba y pueden aclarar por dónde van las cosas para el bajón que lleva el equipo, fuera de tres títulos, lejos de la lucha por la Liga y en Europa League no hay precisamente confianza sabiendo que el primer obstáculo será el Nápoles.

Dentro de las irregularidades que hay en la plantilla Jordi Alba es uno de los más señalados. Desde hace unas semanas tiene un rendimiento a la baja que el equipo ha sentido mucho no solo por su banda sino también por el aporte ofensivo y de carácter que suele ofrecer dentro del campo, algo que en partidos como hoy suele hacer falta para enfrentar citas tan complicadas.

Inoperante de cara al arco

De vez en cuando se le ve disparando a puerta, lo mismo que marcando un sprint por la banda y más de aquellas cosas que bien sabe hacer, pero el problema está en que el lateral izquierdo no lleva la misma efectividad de comienzos de temporada y tampoco la cantidad, situación extraña teniendo a Xavi en el banquillo con un plan que brinda mucho protagonismo a los laterales como en la mejor época de los culés.

Las proyecciones de Alba con efectividad se extrañan mucho y esto puede estar atado al hecho de que no hay un jugador claro que lo acompañe por la banda. Dembélé, Gavi, Depay, Dest y Ansu Fati han tenido algunos minutos por ese lado, además de Abde y algún otro, pero tampoco hay regularidad para definir el jugador que le apoye en los ataques con velocidad y vértigo habitual.

La defensa también está floja

Xavi lo puso de interior, de lateral y también ha cambiado los movimientos que realiza en esas posiciones, una variante constante en cuanto a su responsabilidad. Eso le obliga a manejar más el balón y estar en cada despliegue ofensivo pero no termina de ser efectivo y es de hecho uno de los jugadores que suele acumular más pérdidas en cada partido, generando contras que terminan siendo mortales para el arco de Ter Stegen.

Realidad que se vuelve a vivir

El bajón de Jordi Alba tocó techo (por ahora) ante el Athletic de Bilbao con un Nico Williams disfrutando a placer por su banda, equivocaciones ofensivas y pocas, porque también se quedó muchas veces sin aportar del todo en ataque. Para poner cereza en el postre, fue el responsable del penal que marcó el gol de la derrota, una acción fortuita pero que se une a la pésima racha que lleva el jugador.