El título de Liga conseguido por Simeone y el Atlético de Madrid fue tan contundente como difícil, ya que después de marcar 12 puntos de ventaja sobre el segundo lugar y ver a Real Madrid y Barcelona en el retrovisor, fueron estos equipos quienes se acercaron de forma peligrosa para ponerlos a sudar frío hasta la última jornada.

Cholismo en estado puro, sufrir para ganar y que la victoria tenga mejor sabor. Ahora que afronta la décima temporada como rojiblanco, parece tener todo servido para repetir como campeón en medio de una gran revolución dentro de los principales candidatos, los citados Barcelona y Real Madrid.

El conjunto culé vio salir a Messi, su gran motor por más de 15 años. Los fichajes que llegaron no se han podido inscribir y además la situación financiera del equipo es grave, por lo que esta temporada podría vivirse una más que obligada transición y muchos cambios, limitando la capacidad deportiva del equipo en cuanto a competitividad.

El Real Madrid despidió a Ramos  y Varane, pareja de centrales que durante muchos años consiguieron Champions y se alzaron como una de las mejores duplas de la historia blanca. A esto se le suma la falta de gol que se sigue viendo en pretemporada, la ausencia de fichajes y que Hazard sigue sin llegar hace dos años.

En cambio el Atlético de Madrid no solo mantiene su columna vertebral sino que además puede presumir de sumar a De Paul, uno de los mejores jugadores de la Copa América que ganó Argentina, sin olvidar que siguen buscando el fichaje de Lautaro o cualquier otro jugador de peso que pueda acompañar a Luis Suárez.

Simeone, que es el técnico más longevo en los banquillos de la Primera División con 10 temporadas seguidas en la categoría con un mismo club, también tiene el camino libre con sus dos rivales heridos de muerte y sus principales figuras fuera. El mejor escenario para ganar una Liga de forma contundente, por fin de forma contundente.

No venden figuras

Pese al interés de Europa en Oblak y Joao Félix, el Atlético de Madrid sigue con sus figuras más vigentes que nunca y además buscan potenciar la plantilla, dándole salida a Torreira, que no quería seguir en España, y posiblemente a Trippier, que quiere regresar a la Premier y daría espacio a un nuevo jugador como colchonero.