El FC Barcelona se encuentra atravesando horas bajas en el apartado financiero, algo que inevitablemente se ve reflejado en lo deportivo, lo que a su vez se traduce en una baja asistencia de los aficionados al Camp Nou, que ya ha abierto sus puertas con ciertas limitaciones.

De hecho, en las últimas presentaciones, el club no ha podido vender la totalidad de las entradas. Tampoco se ha recurrido al sorteo entre los abonados, ya que en total se recibieron unas 27.429 peticiones cuando el aforo permitido para el último partido era cercano a los 40.000.

Aun así, se han superado los registros anteriores, que alcanzaron las 15.280 solicitudes para el debut liguero ante la Real Sociedad y las 19.136 para el compromiso ante el Getafe. La mayor entrada para el Barça en la temporada fue de 39.737 espectadores para el debut en Champions ante el Bayern de Múnich.

La cifra se acercaba mucho al límite fijado por el Procicat (Plan de Protección Civil de Catalunya), que es de 39.741 aficionados, lo que supone un 40% del aforo del Camp Nou. No obstante, muchos de los abonados no han hecho los pagos pertinentes y por lo tanto no acuden al feudo azulgrana para los partidos del Barcelona.

La afición, vital para el Barça

Ronald Koeman, en su comunicado, y Gerard Piqué, en declaraciones posteriores al partido frente al Cádiz, han destacado el rol fundamental de los aficionados en cada compromiso, sin embargo, la afición espera resultados y esa regularidad que llegó a caracterizar al Barça hace algunos años.