El FC Barcelona encabezaba el ranking de clubes europeos de fútbol con mayor deuda financiera a corto plazo a cierre de la anterior temporada, así recibió la entidad catalana el actual presidente del cuadro culé, Joan Laporta, al asumir el mando tras resultar victorioso el pasado 7 de marzo en las pasadas elecciones, luego de un muy cuestionado paso de Jose Maria Bartomeu, a quien no solo se le reprochó el mal manejo financiero sino también deportivo.  

La deuda financiera del Barça a pagar en menos de un año asciende a 268,5 millones de euros, de acuerdo al informe de la consultora KPMG. "El club se enfrenta a un déficit de ingresos y obligaciones de vencimiento rápido, lo que los coloca en una posición más vulnerable en términos de liquidez" que el resto de sus competidores, detalló en un reciente balance. 

Sin embargo, de acuerdo a la información avanzada por Bloomberg, los poseedores de bonos del FC Barcelona han acordado relajar algunos términos de la deuda, otorgando así algo de alivio para un club que como los otros en Europa se han visto afectados en sus ingresos por la emergencia sanitaria derivada de la pandemia del COVID-19. 

Asimismo, un grupo europeo de inversores y sus 200 millones de euros permitirán también al club eliminar los límites de su endeudamiento y sus gastos financieros. De esta manera, el conjunto respirará ante la difícil situación que enfrenta por la merma de sus ingresos, el más importante por la caída en las ganancias en relación con la falta de público en los estadios. 

La Superliga es una necesidad  

Ahora, el club culé trabaja en una deuda neta de unos 488 millones de euros mientras los ingresos en el último año registraron unas pérdidas de unos 100 millones de euros. Es por ello, que Laporta reconoció que la fundación de la Superliga Europea es una necesidad, entendiendo que su principal objetivo es sanear las cuentas para luego encarar un proyecto deportivo ambicioso.