La temporada 2020-21 acaba de empezar, pero a este Barça no hay quien lo pare. Al menos esa es la sensación que desprenden los de Ronald Koeman cuando uno los ve jugar, dejarse la piel sobre el terreno de juego con y sin balón, mostrar esa intensidad que tanto escaseó en los últimos años y que ahora, parece, el antiguo seleccionador holandés ha sido capaz de recuperar.

Leo Messi y Ansu Fati son dos claros ejemplos del efecto que puede tener la ilusión en un futbolista. El primero estuvo a punto de salir por la puerta de atrás del Camp Nou tras haber sido, con mucha diferencia, el mejor jugador de la historia culé. Se quedó obligado y, semanas después, ha recuperado la sonrisa al ver que este equipo sí carbura; que, después de muchos años pidiendo exactamente esto, al fin le han hecho caso.

Juventud, talento, motivación, personalidad y capacidad de sacrificio. Cinco elementos que esta plantilla vuelve a tener con la ascensión y llegada de jugadores como Ansu Fati, Ronald Araújo, Pedri, Trincao, Coutinho o De Jong, a quienes se une el hecho de haber recuperado la mejor versión, por el momento, de los 'veteranos' Messi, Piqué, Busquets, Jordi Alba e incluso Sergi Roberto.

Todos suman, todos aportan, y mientras a Ansu Fati la ilusión le viene de serie al estar empezando su brillante carrera con 17 años, la del '10' es aún más meritoria después de los muchos varapalos que ha sufrido con el Barça desde 2015. Uno que empieza, otro que parecía que iba a colgar ya la camiseta azulgrana en el perchero y que, finalmente, la está sudando como nunca. Hoy no toca apagar las luces.

Messi se ha dado cuenta de que aún queda mucho por hacer en este Barça, y que si tiene al lado a jugadores con el hambre y talento de Ansu Fati, todo es posible. Porque el barcelonismo, de presagiar una temporada de trámite sin demasiadas alegrías, empieza a vislumbrar la posibilidad de que los de Koeman sean los 'tapados' en la lucha por todos los títulos en disputa.

Incluida la Champions League, siempre y cuando el equipo siga creciendo como lo ha hecho hasta ahora y, además de mantener la intensidad y la ilusión, logre fortalecerse un poco más antes del cierre del mercado. De momento acaba de llegar Sergiño Dest, uno de los mejores laterales jóvenes de Europa y que, por cierto, el Bayern Múnich quería llevarse. Otra vez será, bávaros. Este tanto se lo apuntamos al Barça.

Una vez hubo un sueño llamado triplete

Si llega algún refuerzo más para la defensa (Eric García es el elegido), sin descartar alguna que otra llegada extra (aunque la delantera parece bien poblada y con las pilas cargadas), el FC Barcelona puede convertirse en el 'nuevo Bayern' de este último curso. El mismo que, de no aspirar a nada serio, puede dar la campanada con un técnico nuevo y una plantilla rejuvenecida, que aúna la experiencia de 'cracks' consolidados con la brillantez de diamantes en bruto. Los sueños, para que se cumplan, deben ser perseguidos. Y el Barça, este Barça, ya ha emprendido la marcha.