Koeman mantiene el puño de hierro en el banquillo del Barça

Koeman ha mostrado en el Barcelona un perfil bastante rudo, de mano izquierda y de gritar si es necesario, más allá de que se trate de una plantilla élite por encima incluso de la salida de Messi, el jugador franquicia que ha dominado el deporte en los últimos 10-15 años junto a Cristiano Ronaldo.

En el último encuentro de LaLiga hubo una muestra más de esto mientras se llevó a cabo uno de los descansos de hidratación en el partido, cuando el holandés comenzó a darle indicaciones tácticas a sus jugadores y les reclamaba la actitud que tuvieron ante el primer gol, que llegó tras un despiste.

“Antes del gol, deben hacer falta, deben cortar la jugada” eran las palabras de Koeman a sus jugadores, haciendo referencia a la desconexión que sufrieron cuando el Getafe les empató el juego a un gol. Esta bronca, no es nueva y por lo visto no será la única, más allá de las formas que tengan a futuro.

Ya la temporada pasada se vio en la plantilla que por muchos espacios del partido perdían la concentración y la compostura en cuanto al seguimiento de la dinámica propuesta, con comienzos bastante intensos y buena presión, para pasar a un pasotismo total que en Champions ya dejó varias goleadas y remontadas.

Lo mismo la actitud, que parece no importar o no saber sobreponerse a las circunstancias que en estos casos se presentan. Las últimas campañas era Messi el mago encargado de hacer algún truco para destrabar todo, esta vez Depay es el que parece llevar esos galones aunque las diferencias son considerables.

Poco a poco

El mundo no se acabó con la salida de Messi y ahora Koeman aprieta un poco más las cosas en su plantilla, la misma que tendrá en breve a Ansu Fati y Sergio Agüero para ampliar las posibilidades con las que cuenta el entrenador para resolver las dificultades que puedan darse.