El Clásico entre FC Barcelona y Real Madrid es esta misma semana y en equipo catalán se respira un ambiente de optimismo bastante evidente después de la balsámica victoria en el estreno de Champions League contra el Fenercváros. Lo necesitaban los jugadores y lo necesitaba la afición, después de las dudas que generaron el empate contra el Sevilla y la derrota contra el Getafe.
Aunque los resultados pongan a veces una venda en los ojos, el FC Barcelona también tuvo buenos momentos en aquellos partidos. Después de perder en el Coliseum Alfonso Pérez, todo era desolación, aunque la cosa hubiese podido cambiar mucho si en el primer tiempo hubiese entrado alguna de las claras ocasiones. Todo lo que sí entró contra el debut europeo de los culés y que subió la moral al máximo.
Parece que en Madrid ya no tienen tan claro que el FC Barcelona esté pasando por un mal momento. Especialmente por los titulares con los que han amanecido algunos sectores de la prensa de la capital española, que no son precisamente demasiado positivos después de la goleada culé. "Messi no sonríe", decía uno de ellos, en referencia a la expresión del astro argentino durante el dueño ante el Fenercváros.
Otros, en cambio, iban enfocados aprovechando las renovaciones que el FC Barcelona llevó a cabo con Frenkie de Jong, Marc-André ter Stegen, Clément Lenglet y Gerard Piqué. "El vestuario del Barça se rompe", aseguraba otro artículo, argumentando que hay una supuesta desunión en la plantilla azulgrana en motivo de la rebaja salarial y de la posición que han adoptado algunos futbolistas al respecto.
En otros artículos incluso se habla de la renovación de Gerard Piqué comparando la gestión que se ha hecho en el FC Barcelona de renovar a un jugador que supera la treintena con la que se hace en el Real Madrid con Sergio Ramos, que acaba contrato en 2021 y que, como el resto de treintañeros blancos, es renovado año a año en lugar de varios de golpe.
Al loro, que no estamos tan mal
Por mucho que desde Madrid quiera destacarse lo negativo del FC Barcelona, la realidad es que sobre el terreno de juego no parece que hayan fricciones, sino una gran ambición y conexión por parte de los jugadores. Y si hay algo cierto es que el madridismo no está precisamente tranquilo después de ver la reacción de los de Ronald Koeman después de lo sucedido en Getafe.