No había más, la mesa estaba servida y el Camp Nou se vistió para recibir el compromiso, el que significaba el de la vida y la muerte, y parece que el FC Barcelona consiguió la segunda. Este domingo el cuadro azulgrana recibió al Cádiz por la jornada 24 de LaLiga, el cual finalizó con un fatídico empate (1-1) que significó una durísima estocada para los dirigidos por Ronald Koeman, el segundo en menos de una semana.

Lionel Messi fue el encargado de abrir el marcador al minuto 32 desde los doce pasos. El capitán azulgrana convirtió el penal sentenciado por una falta en el área cometida a Pedri, lo que les permitió dominar durante gran parte del compromiso hasta que, una vez más, los errores individuales en la defensa vuelven a sentenciar un resultado adverso. Fue al minuto 89 cuando Clément Lenglet, en su intento por despejar el balón en el área, alzó la pierna de manera indebida e impactó contra la humanidad de Rubén Sobrino.

Álex Fernández Iglesias fue el encargado de convertir el tanto del empate desde el punto penal para asestar así un durísimo golpe para los de Koeman. El Barça lo siguió intentando, sin éxito. Las cartas estaban echadas y los tres puntos se les escaparon de las manos al conjunto azulgrana que ve perdida la chance de oro para perseguir LaLiga. Nuevamente, los errores individuales sentenciaron al equipo, la contundencia en el frente de ataque se esfumó, cada oportunidad fue neutralizada y el Barcelona, derrotado, parece no tener más porqué luchar.

El traspié del Atlético

Este sábado el Atlético de Madrid cayó ante el Levante en el Wanda Metropolitano (0-2) por la jornada 24 de LaLiga. El conjunto dirigido por Diego 'Cholo' Simeone no pudo conseguir la victoria ante un equipo granota que no dudó en ponerle una zancadilla en los dos encuentros que disputaron recientemente, por la jornada 2 que había sido aplazada y se disputó el 17 de febrero (1-1) y el desarrollado este sábado por el partido correspondiente. De sus últimos cinco duelos disputados, el cuadro colchonero empató dos y cayó en uno, lo que representaba una oportunidad dorada para que el Barça pudiera pelear por LaLiga. La distancia respecto al Barcelona se mantenía de nueve unidades, pero los culés ostentaban un juego menos disputado.

La ventana por la pugna del liderato estaba abierta, el Real Madrid y el Barcelona vieron cómo la chance de alcanzar al líder indiscutible era real. Pero ahora los de Zinedine Zidane ven por encima del hombro a un derrotado conjunto azulgrana que ya no ve opciones claras para cosechar títulos: en octavos de Champions fue arrollado por el PSG (1-4), y el Sevilla lo venció con un resultado contundente (2-0) por semifinales de Copa del Rey que puede revertirse en el Camp Nou, pero que deberá ser trabajado por unos jugadores que parecen no poder superar sus falencias con el fin de retomar la senda del triunfo que desde inicio de año habían forjado.