Riqui Puig deja pasar el tren de Koeman... ¡Y también el de Xavi!

Riqui Puig volvió a jugar un partido con el Barcelona al ingresar en el duelo ante el Betis como sustituto del lesionado Gavi, que se fue al banco por un pelotazo que le dejó mareado. El canterano apenas cuenta para Xavi y en una nueva oportunidad, pasó desapercibido totalmente para mantener su línea.

54 minutos jugados para el mediocampista y la misma cantidad de toques, un promedio de un toque por minuto para un mediocampista, cifras que en el Barcelona están muy por debajo de lo que se espera para este tipo de jugadores que suelen ser los más participativos e importantes en lo que identifica al club.

Si nos vamos a los pases precisos, los números preocupan más aunque también sirven de ilusión. 43 pases realizados con éxito para un 95.6% de efectividad que habla de su acierto, pero solo 43 en 54 minutos denota que la participación del jugador no es la esperada porque además ninguno de estos sirvió para generar peligro.

En el mundo del big data Riqui Puig queda retratado por el hecho de no generar ninguna ocasión clave y apenas dos balones largos en un equipo con velocidad por los extremos, que no se puede olvidar que uno de estos pases quedó a mitad de camino y no se completó por una intercepción contraria.

En el atrevimiento se vio a Riqui bastante motivado, pero solo encontró espacios para avanzar una vez en el duelo directo y los choques por la pelota, tres en su partido, solo dejó dos recuperaciones, que le ponen en evidencia con las cinco pérdidas del balón que tuvo ante el Betis en el Camp Nou.

Espacio

Riqui Puig debe desconectarse del Barcelona al menos seis meses en una cesión, encontrar un nuevo espacio que le aleje de la presión del club que ha tenido recientemente por las pocas oportunidades que le brindan los diferentes entrenadores que ha tenido. Tal vez así, termine de dar el paso que hace tanto se espera.