El 29 de noviembre es una fecha sumamente especial para el FC Barcelona, para toda la hinchada culé y el resto del entorno del club. No solo porque se celebre, año a año, el aniversario blaugrana en dicha fecha, sino porque también se rememora una de las victorias más satisfactorias y contundentes que consiguió Pep Guardiola como entrenador el equipo catalán: el 5-0 al Real Madrid de José Mourinho.

Aquel partido, disputado en lunes, debido a las elecciones autonómicas que se celebraban en Cataluña durante el fin de semana, fue un bálsamo de desempeño barcelonista y una pesadilla eterna para los madridistas. Y si, es y será siempre eterna, porque fue tal la magnitud de la goleada y del partido en sí, por el paseo que el Barcelona le dio al Madrid ese día, que ciertamente su importancia ha trascendido en el tiempo y lo seguirá haciendo. 

Xavi, Pedro, Villa (por partida doble) y el venezolano Jeffrén Suárez fueron quienes marcaron los goles esa noche, aunque ciertamente pudieron ser muchos más. Lionel Messi, quien avisó estrellando una pelota en el travesaño de Casillas al principio del partido, se vistió esa noche de asistidor y le dio los pases de gol al "Guaje", para que este se llevara un doblete, aprovechando que Mourinho lo había criticado durante esa campaña por la sequía goleadora que atravesó. 

Más allá de los goleadores del partido, cabe destacar el gran desempeño del tridente del mediocampo, conformado en ese momento por Xavi, Busquets e Iniesta, quienes hicieron que la fiesta fuese aún mayor, sacando a relucir algunos trucos y malabares que hicieron más humillante la situación. Tal fue el desespero madridista que, ya al final del encuentro, se vio cómo Sergio Ramos sufrió un desequilibrio y repartió patadas y cachetadas entre Messi, Puyol y Xavi, para irse vergonzozamente expulsado.

El 5-0 y la premonición de Cristiano

Cristiano Ronaldo es un destacadísimo futbolista y eso no se pone en duda, pero, de cara al encuentro entre Barcelona y Real Madrid del 29 de noviembre de 2010, el portugués sacó a relucir una habilidad que no muchos le conocían. El astro lusitano espetó unas declaraciones premonitorias antes del partido, debido a que el cuadro culé venía de golear por 0-8 al Almería, impulsando al jugador a sentenciarse a él y a sus compañeros antes de que sonara el pitazo inicial del "Clásico". “A ver si el Barça nos mete ocho el lunes", dijo. 

Las habilidades de Cristiano Ronaldo en la adivinación surtieron efecto y, aunque el resultado se quedó corto para lo que él había sentenciado en la previa, ciertamente esa noche el Real Madrid no se comió ocho goles de milagro. Sin duda alguna es un encuentro que trascenderá y será recordado año a año, con la icónica imagen de la "manito" de Gerard Piqué como principal insignia.