La llegada de Agüero se entiende como un movimiento para convencer a Messi, que sí, algo de eso lleva, pero al analizar un poco la propuesta ofensiva que trae el argentino, se puede ver que realmente es una cura a muchas dolencias que hay en el club desde hace tiempo, incluso con Suárez.

Espacios reducidos

Suárez fue un matador a uno o dos toques desde donde sea, pero el pivot no era su fortaleza y muchas veces terminaba pecando de individualista, algo que no le dejó aumentar mucho más su estadística goleadora durante su carrera que ya comienza a decaer en el Atlético de Madrid, club al que se marchó.

Agüero no solo sabe aguantar una pelota en medio de marcas para habilitar a sus compañeros, sino que fabrica espacios desde la habilidad individual para generar peligro y aprovechar cada metro cuadrado.

Definición

Golazos, a placer, pero también alguna anotación rocambolesca dejó en su trayectoria el argentino y no por suerte precisamente, sino por la capacidad de definir con recursos e imaginación desde donde sea y como sea.

Área chica

A pesar de no ser el más alto, el jugador del Barcelona es un verdadero conocedor del área chica del campo y puede sorprender al portero, incluso cuando viene desde afuera en carrera o para terminar una jugada que él mismo comenzó a gestar desde la media luna, una de las zonas más alejadas que puede frecuentar.

La llegada de Agüero quitará el vértigo de las esquinas pero dará mayor presencia en el área, no por fuerza o efectividad, sino por recursos y técnica, que le sobra bastante al gran amigo de Messi que por fin será su compañero en un club.