Que el mundo del fútbol da muchas vueltas es un hecho de sobras conocido, y aunque muchos veían a Neymar como el sucesor de Leo Messi en el FC Barcelona, las cosas han cambiado demasiado en los últimos meses. La marcha del brasileño ha descartado la posibilidad de juntar otra delantera de ensueño junto a Paulo Dybala, uno de los pretendidos por los azulgrana que este miércoles expresó un deseo peligroso. 

Después de ensalzar al de Rosario y admitir que era muy complicado pensar en verle saliendo del Camp Nou, al de Laguna Larga le preguntaron con quién le gustaría jugar en un futuro, y no dudó demasiado: "Me gustaría jugar con Neymar en el futuro. De momento, él es el único que se acerca al nivel de Messi o Cristiano Ronaldo".

Con el Barça fuera de la ecuación, se abre una perspectiva poco agradable para los seguidores culés, y es que el brasileño y el argentino puedan coincidir... En el Real Madrid. En las últimas semanas ha sonado con fuerza el nombre de Neymar para recalar en el Santiago Bernabéu, y el de Dybala siempre ha estado ahí para Florentino Pérez. Sería un golpe maestro a todos los niveles, y además perjudicaría notablemente al máximo rival.

Con Cristiano Ronaldo en plena decadencia, Karim Benzema cuestionado y Gareth Bale sin levantar cabeza por culpa de sus perennes lesiones, el presidente blanco podría hacer un esfuerzo por dos de los jóvenes más prometedores del fútbol mundial. Si se despojara de los sueldos del portugués y el galés, sumado a su consabido poder adquisitivo, no sería una operación descabellada, aunque está claro que hoy por hoy sería difícil de asumir.

¿En el PSG?

Otra de las opciones que se ha barajado tras las declaraciones de Dybala es que el Paris Saint Germain pueda convencerle con su fastuoso proyecto deportivo. Sería igualmente una vía para jugar junto a Neymar, y con Kylian Mbappé formaría otro tridente de lujo. Una vez se resuelva la continuidad de Cavani y si no se alcanza el fichaje de Philippe Coutinho, los parisinos podrían dar un giro a su planificación y corresponder a los deseos de otra estrella que acabaría en su colección. Habrá que esperar.