Ya se han dado las primeras reacciones al controvertido despido de Thomas Tuchel como entrenador del Paris Saint-Germain. Una de ellas ha sido la de Kylian Mbappé, principal estrella del equipo junto a Neymar Jr y futbolista que mantenía una gran afinidad con el técnico alemán. La estrella francesa ha querido agradecer la implicación de Tuchel y lo mucho que ha aportado al club desde 2018.

"Desafortunadamente, esa es la ley del fútbol. Pero nadie olvidará tu paso aquí. Escribiste un buen capítulo en la historia del club, gracias entrenador", ha sido el escueto pero clarificador mensaje que ha publicado Mbappé, dejando claro que la marcha de Tuchel poco tiene que ver con un cisma en el vestuario parisino, sino más bien con la voluntad de la directiva de la entidad en dar un paso adelante esta temporada 2020-21.

Con la eliminatoria de octavos de Champions League en el horizonte, frente a un Barça de quien nadie se fía en la capital francesa, Al-Khelaifi no quiere vivir un ridículo semejante al que sufrió en 2017 con el famoso 6-1 en el Camp Nou. El PSG, además, se ha mostrado irregular en la Ligue 1, competición en la que marcha tercero tras 17 jornadas disputadas, un punto por detrás de Lille y Olympique de Lyon.

Precisamente por esta irregularidad de resultados, desde la cúpula del PSG han optado por dar puerta al ex del Borussia Dortmund y negociar con Mauricio Pochettino, uno de los técnicos libres más solicitados y que, además, ya jugó algunas temporadas en el PSG y en la Ligue 1.

Tuchel se marcha con éxitos y títulos

Curiosamente, Tuchel se despedirá del PSG con un 4-0 a favor como último resultado, y habiendo ganado dos títulos de liga, así como la Copa de Francia de 2020 y la Copa de la Liga de Francia. Además, llevó al PSG hasta la final de la Liga de Campeones por primera vez en su historia, la cual perdieron los franceses por 1-0 ante el Bayern Múnich en agosto.

Seguramente, uno de los técnicos más laureados de la historia del PSG pese a su corta trayectoria en el cuadro parisino. Ahora, habrá que ver si el cambio en el banquillo supone un aliciente más para mejorar o si, por el contrario, significa un paso atrás. El FC Barcelona, en febrero, será la gran vara de medir.