Entre la locura de todo París y el Parque de los Príncipes por el abrupto fichaje de Lionel Messi, el PSG goleó primero, dudó y terminó por vencer al Estrasburgo (4-2) en la bienvenida a Messi, al que su equipo espera ya en el liderato de la Ligue 1, aunque aún tienen un desempeño irregular en el campo.

Pochettino comanda el torneo francés con dos triunfos, pero los dos sin tanta diferencia como se esperaba, entre la exigencia de ser el líder constantemente, ganarlo todo y de recuperar el trono de la Ligue 1 que perdió la pasada temporada ante el Lille. Ahora, el combinado parisino espera que esto sea más sencillo con Messi de su lado.

Esto lo saben los hinchas del equipo que vivieron un día especial en el feudo del PSG, por la presentación apoteósica de Messi y sus refuerzos (Sergio Ramos, Gianluigi Donnarumma, Achraf Hakimi y Georginio Wijnaldum) y que creyó que tendría una victoria más sencilla de lo que fue.

Un gol en el minuto 3, más aún en su territorio, suele ser una garantía para el PSG. Ante los ojos de un Messi como espectador ahora, estrella en cuanto debute con el conjunto francés, Mauro Icardi abrió el marcador sin mayor problema, que antes de la media hora ya se encontraba con un 3-0.

Mbappé ya había escuchado pitos de los ultras de su equipo, cuando su nombre sonó por la megafonía cinco minutos antes del partido, entre la incertidumbre sobre su futuro en los últimos dia, consiguió que las pitadas se volvieran aplausos tras anotar el segundo gol en el minuto 25.

Julian Draxler, participante en ese tanto, anotó el 3-0 apenas dos minutos después del gol de Mbappé para acomodar el marcador, un mundo para cualquier rival cuando enfrente está un rival como el París Saint Germain, con jugadores de tal talla mundial, aunque fue todo lo contrario de lo que se esperaba entonces. Mbappé también fabricó gran parte del gol.

El contrataque del Estrasburgo

El Estrasburgo aguantó el 3-0 hasta terminada la primera mitad. Sin embargo, el 3-1 llegó de la mano de Kevin Gameiro en el minuto 52. La situación llegó a complicársele a los de Pochettino cuando llegó el 3-2 cortesía de Ludovic Ajorque.

El míster del conjunto francés se inquietó por los errores que se veían en la defensa, también por la reacción de su rival, que entonces parecía ser capaz de poder remontarle los tres goles al París Saint Germain y, además, en su estadio. No obstante, el cuarto gol terminó por darle un respiro a los de Pochettino gracias a una acción de Pablo Sarabia tras una asistencia de Mbappé.