Una vez conocida la noticia de la compra del Newcastle United por el príncipe saudí Mohammed bin Salman, los aficionados del equipo inglés festejaron su llegada y la marcha de Mike Ashley, a quien acusan de llevar a cabo una mala gestión durante 14 años. Finalmente, el club fue vendido por 350 millones de euros con el aval de la Premier League.

Si bien es apenas el comienzo, han comenzado las especulaciones sobre lo que podría ocurrir con las ‘urracas’. De hecho, hay quienes estiman que podría convertirse en otro club que da el gran salto gracias a un cambio de dueños con ganas de invertir, como ya ha sucedido con el Chelsea, Paris Saint-Germain o Manchester City.

¿Quién es Mohammed Bin Salman?

Se trata del heredero al trono saudí de 36 años cuya familia posee una fortuna estimada en 320.000 millones de euros, que supera en más de 10 veces la del Sheikh Mansour, dueño del Manchester City. En su patrimonio figuran el Chateau Louis XIV en Francia, el cuarto yate más caro del mundo, que a su vez alberga el cuadro más costoso jamás vendido: el ‘Salvatore Mundi’, de Leonardo Da Vinci.

Los detractores del príncipe

No obstante, algunas voces se han pronunciado en contra de la medida, como en el caso de Amnistía Internacional: “En lugar de permitir a aquellos implicados en la violación de los derechos humanos entrar en el fútbol sólo porque tienen dinero, instamos a la Premier League que cambie sus políticas de dueños y presidentes para que se adecúen a los derechos humanos”.

Sobre él también pesa una acusación de homicidio, el del periodista Jamal Khashoggi en 2018, según la BBC. La viuda del reportero ha advertido sobre los efectos que podría tener su gestión del equipo inglés: “Arruinaría la buena reputación de la Premier League, ya que esta adquisición repararía la posición de las autoridades saudíes en el panorama internacional”.